El Papa Francisco quiere hacer una gran celebración de Pentecostés este año. Por eso invitó a miles de católicos carismáticos y miembros de iglesias pentecostales y evangélicas de Roma, informa el Catholic Herald.

En el año 2014, el pontífice había hecho la invitación a los carismáticos y pentecostales de Roma para estos eventos que también marcan la celebración del 50 aniversario del movimiento carismático católico, que comenzó en un retiro realizado en 1967 en la Duquesne University, en Pittsburgh, Estados Unidos.

Las celebraciones de este jubileo comenzaron el 31 de mayo con reuniones de oración, un festival para jóvenes, reuniones para teólogos y diversos talleres. Habrá una vigilia de oración el 3 de junio, víspera de Pentecostés, en el Circus Maximus de Roma, un campo que siglos atrás abrigaba un antiguo estadio romano usado para carreras de caballos. A la mañana siguiente, los participantes se unirán a Francisco para una misa espacial de Pentecostés, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Michelle Moran, presidenta de la International Catholic Charismatic Renewal Services, afirma que la petición del Papa Francisco fue una celebración “lo más amplia posible”, que incluía otras ramas del cristianismo y enfatizará la importancia del bautismo en el Espíritu Santo.

De acuerdo con Moran, el movimiento de renovación carismática católica actualmente está presente en 200 países y reúne a unos 120 millones de católicos. Durante un encuentro con carismáticos y pentecostales en 2014, Francisco admitió que no siempre se sentía cómodo con la forma en que oraban, pero se arrodilló en el púlpito mientras oraban por él, cantando y hablando en lenguas.

“En los primeros años de la renovación carismática en Buenos Aires, yo no tenía mucho amor por los carismáticos“, recuerda el Papa. “Yo decía que más parecían una escuela de samba“.

Sin embargo, poco a poco dijo que había reconocido cuánto ese movimiento estaba haciendo por los católicos y la iglesia.