El libro de Eclesiastés comienza con una declaración “Vanidad de vanidades todo es vanidad”  y concluye con la frase “ El fin de todo el discurso oído es este: teme a dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” Ec 12:13  estas palabras  fueron escritas alrededor del año 977 a.C  por Salomón, el Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.

Esta clase de temor a  Dios debe ser saludable; un temor que exprese  en un sentimiento de profunda reverencia hacia el Creador, y es un temor sano de no desagradarle por el aprecio que sentimos hacia él, como el aprecio que siente un hijo  hacia su padre.

Por otra parte,  temer a Dios no se trata  de un sentimiento que aturde y agobia, que provoca rigidez mental o pequeñez de espíritu. El temor a dios nos lleva a descubrir que sólo el Señor es digno,  él es el Juez Supremo, el Todopoderoso, Rey de reyes, Señor de señores, simplemente él es y nosotros no somos.

Isaías 64:8 cita: Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

En el libro de Éxodo vemos como Dios después de haber liberado a su pueblo de la esclavitud en Egipto, se revelo a ellos  de una manera majestuosa, porque quería crear en ellos una impresión permanente, una sensación imborrable de Su majestad y poder. Dios quería enseñarle a Su pueblo a temerle, a servirle y obedecerle con temor y reverencia, y a apartarse del pecado.

Ex 19:16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

El deseo de Dios era causar un despertar de la conciencia de ellos para supiesen que él era un Dios vivo, y es lo mismo que  sucede en la actualidad; El causa  por medio de la salvación y regeneración de nuestro espíritu que  tengamos una conciencia que reconoce y acepta que él vive en nuestro ser  y una conciencia que acepta que él es Señor y dueño de nuestras almas, el como el espíritu de realidad  vivifica una conciencia que reconoce que Dios está permanentemente mirando todo lo que pensamos, decimos y hacemos e implanta un deseo consciente y permanente de agradarle en todo lo que hacemos y de no ofenderle,  en sencillas palabras un reconocimiento de que nosotros somos criaturas y él es Dios y que él es digno de ser temido y reverenciado.

Algunos creen erróneamente que el Dios del AT es un Dios de ira, al que se debía temer; y que el Dios del NT es un Dios de sólo compasión, al que no hay que temer. Contrario a lo que algunos podrían pensar, Jesús no invalidó la enseñanza sobre el temor de Dios. Al contrario, la profundizó y la asoció al hecho de confesar o negar Su Nombre.

El ejemplo de Cristo en Hebreos 5

Vs 7. Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.

Vs 8. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

Hay dos vocablos griegos que se traducen por temor: uno de ellos es ‘phobos’. Lo reconocemos inmediatamente por nuestra palabra relacionada «fobia». El otro es ‘eulabeia’, que significa precaución, cuidado o reverencia. La Biblia nos dice que Jesús temió con ‘eulabeia’, pero jamás con ‘fobos’. Leemos en Hebreos 5:7 que «fue oído por su temor reverente.

Cristo mismo, mientras vivió en la tierra, anduvo en temor de Dios y nos dio ejemplo de andar en temor y reverencia. Si El mismo tuvo que hacerlo así, nada debería hacernos pensar que nosotros podemos ser diferentes.

¿A quiénes Dios oye?

Jn. 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

Asi como el oye al que le teme también da a conocer su hablar, su palabra y su voluntad para nuestra vida, sus palabras  son  las únicas que debemos escuchar; tal como dice su palabra en Salmos 111:10 El principio de la sabiduría es el TEMOR de Jehová; y son sus caminos, los únicos que debemos seguir.

El Señor  Jesucristo es al  único ante el cual puede humillarse el hombre. Él es el único Señor verdadero, solamente  de  Él, y  de nadie más, se puede decir que «es clemente y misericordioso, perdona nuestros pecados y borra nuestras iniquidades, por lo tanto el temor del Señor es el único camino por el que el hombre llega a ser libre y pueda liberarse por completo.

Un despertar de la consciencia nos hace saber que Dios vive en nosotros y en todos los que en El han creído y le han recibido este despertar también nos revela desde lo más profundo de nuestro corazón que  el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad, esto pareciera una contradicción pero sin embargo es totalmente real el Dios mismo al que tememos nos libera del temor y de la esclavitud de la Ley.  (2da Cor 3:17)

Veamos el anhelo de Dios en Dt :29 . ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

Éx. 19:5  5. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

Ex 20:20  Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.

El verdadero anhelo de Dios es darnos un corazón que no se aparte de El tal como lo expreso en Jeremías 32:40 “Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí”.

PALABRA DE CONCLUSION

Amar y temer a Dios ciertamente será un refugio para nuestros hijos Pr 14:26  cuantos de nosotros no nos sentimos abrumados por el futuro de ellos? Además viviremos confiados en él, ya que solo él es el que tiene el control de nuestras vidas.

El temor a Dios será un pozo de vida que nos apartara de los lazos de la muerte Prov 14:27, cuáles lazos? enfermedades? accidentes?  En cierta forma pero existen otros tipos de lazos tales como proyectos, planes para el futuro, negocios fallidos, traiciones, errores, consecuencias de nuestros actos, engaños, disensiones, pleitos. El temor de Dios trae confianza y seguridad a los que andan en integridad.

Pero ¿qué futuro les aguarda a quienes confían en organizaciones, ideologías y riquezas de este mundo? Prescindiendo de cuál sea el futuro que ellos desean, en realidad será corto, porque la Biblia dice: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”

No olvidemos que El TEMOR de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre.

 

 

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Nació en Parral, Chihuahua, México. Casada con Luis Ortega Madrid, es madre de tres hijas, Mirka, Aimee y Paola. Administra su propio negocio en la ciudad de San Diego Ca., ciudad donde radica. “Empecé esta maravillosa carrera de amar y servir al señor Jesucristo hace 38 años y ha sido durante este periodo de tiempo que Él ha enriquecido mi vida espiritual, la de mi familia y la de mis amigos, he recibido diversas capacitaciones y entrenamientos en denominaciones pentecostales, asambleas De Dios y en la iglesia local en Anaheim, Ca.”