Wittenberg es una pequeña ciudad alemana a las orillas del Río Elba de alrededor de 46 mil habitantes, en el estado germanoriental de Sajonia-Anhalt; nada en ella expresa la gran importancia que adquirió para la Historia, para Europa y para la Cristiandad hace exactamente 500 años.

Ni siquiera en esos días de 1517 era relevante. Solo tenía en ese entonces dos mil habitantes pero desde ahí partió el Cisma, también conocido como la Reforma, que provocó la mayor crisis que haya registrado la iglesia católica. Y el autor fue un monje agustino que hasta ese momento era un desconocido. Su nombre: Martín Lutero.

El monje Lutero era Doctor en Teología y se propuso cuestionar con 95 tesis el decreto del Papa en Roma de vender indulgencias al pueblo para reducir el tiempo que tenían que sufrir en el purgatorio a causa de sus pecados.

El objetivo real del Papa y del clero dirigente en Roma era hacerse de más dinero para poder continuar financiando su tren de vida.

Era la Edad Media en Europa y el pueblo era analfabeto, profundamente creyente y la religión era consustancial a su vida diaria: también era la época en que se creía en la existencia de dragones, de pociones mágicas, de espíritus malos que acechaban en los bosques y de brujas.

Martín Lutero

Lutero, en Wittenberg, muy lejos de Roma si se toman en cuenta los medios de transporte de que se disponían en esa época, quería disputar el derecho a vender indulgencias y quería centrar la atención en que los seres humanos solo se pueden salvar por la gracia de Dios.

Un nuevo factor, la invención de la imprenta del alemán Gutenberg en 1450, vino a convertirse en el primer medio de información de masas. Las tesis de Lutero fueron publicadas en latín y en alemán. El monje, que entonces tenía 35 años, tradujo al alemán el Nuevo Testamento de la Biblia, lo que produjo un vuelco en el mundo conocido

Fue la primera vez que la Biblia pudo ser leída en otro idioma que no era el latín, y el efecto fue el de una bomba que cambió el orden existente.

Wittenberg Ciudad de Lutero, como se llama oficialmente desde 1938, es este año uno de los magnetos culturales en Alemania. A lo largo de los mil 300 metros cuadrados del centro antiguo de la ciudad se llevan a cabo numerosos eventos culturales como conciertos, conferencias, videoinstalaciones y exposiciones, entre otros.

La iglesia Schlosskirche es el centro de atención porque, según la leyenda, Lutero clavó en sus puertas sus 95 tesis, lo que las puso al alcance del pueblo.

Sin embargo, no hay pruebas históricas que eso sucediera de esa manera. Las 95 tesis, en cambio, fueron leídas con gran atención por los príncipes de la región, por sectores de la iglesia católica y de la población cultivada. Inmediatamente fueron percibidas como un instrumento para cambiar el orden de las fuerzas y los poderes existentes.

En la actualidad, de los 81 millones de habitantes que tiene Alemania, poco más de 22 millones 600 mil son protestantes y 23 millones 700 mil son católicos, de acuerdo a la Oficina Federal de Estadística en Wiesbaden.

Después de siglos de confrontación entre las dos mayores iglesias cristianas, en la Alemania de hoy en día hay una marcada tendencia al ecumenismo, al acercamiento y hermandad entre ellas.

A diferencia de la iglesia católica, los pastores de la iglesia protestante pueden casarse y divorciarse, y continuar ejerciendo su ministerio. Las mujeres pueden ser ordenadas pastoras y asumir puestos en las mas altas jerarquías de esa iglesia.

Al margen de las muchas consecuencias que trajo consigo el encuentro de los escritos de ese monje agustino con la imprenta de Gutenberg, Lutero es visto en muchos sectores de la sociedad alemana actual como un ícono revolucionario en favor del pensamiento crítico, un rebelde que tuvo el valor de alzar la voz y cambiar el mundo.