En el marco de la 5° reunión anual de la Alianza Evangélica Latina (AEL), las máximas autoridades evangélicas a nivel global difundieron un manifiesto con durísimos reproches a la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario y exhortaron a los fieles a «incidir» sobre las leyes para evitar «males sociales».
Con la presencia del filipino Efraín Tendero, el líder mundial de la Alianza (WEA por sus siglas en inglés), decenas de predicadores se reunieron en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra para debatir puertas adentro cómo enfrentar las iniciativas políticas contrarias a sus creencias.
«Se realizaron diferentes declaraciones de acuerdo a las situaciones que se vivieron por situaciones políticas, catástrofes, y otras, que intentaron llevar aliento a las Alianzas nacionales que pasaron tiempos difíciles», comentaron desde AEL.
El cónclave fue presidido por el pastor argentino Rubén Proietti, jefe de la influyente ACIERA, quien fue reelecto en el cargo de titular de la Alianza latina. La vicepresidencia 1° quedó en manos del colombiano Eduardo Gómez (CEDECOL) y la 2° para el boliviano Agustín Aguilera (ANDEB). Hoy, Proietti está embarcado en una cruzada contra la la ley Educación Sexual.
En el manifiesto remarcaron que el aborto «es una problemática que afecta a la sociedad y atenta contra la vida humana, indefensa e inocente» que establece la «cultura de muerte» contraria a la dignidad humana y se comprometieron a estudiar «alternativas ante este mal». En esa línea, propusieron fomentar «la prevención, la fidelidad, la adopción, una saludable educación sexual y la lucha contra todo tipo de agresión».
Además, recordaron que la «familia natural» es la «base fundamental» de toda sociedad y que esa institución solo será aceptada en el marco del «matrimonio entre un varón y una mujer», ya que ese es «el diseño original de Dios para la familia y la perpetuidad de la raza humana».
«El diseño de Dios, que establece el respeto y la complementariedad entre el hombre y la mujer, contrasta con las distorsiones provocadas por el machismo y el feminismo», sostuvieron los pastores.
Por último, subrayaron que la «prioridad» para la Alianza es «la opción por los menos favorecidos y vulnerables, desamparados, pobres, olvidados, discriminados, personas en riesgo, enfermos, desplazados, perseguidos».
«La tarea encomendada por Dios a su Iglesia es ser sal y luz en sus sociedades. Es decir, ser de bendición y de iluminación en su entorno para ayudar a las personas a discernir la verdad, a vivir rectamente, según la Palabra de Dios. Para ello también deberá incidir sobre las leyes, la corrupción, la injusticia y otros males sociales aportando soluciones y alternativas para construir una sociedad mejor», enfatizaron.