Responde Jesús Colina, director editorial de Aleteia, en la graduación de la Universidad Católica de América en Washington.

¿Cuál es el valor añadido de un periodista, médico, ingeniero, arquitecto, obrero, empresario  o sindicalista… cristiano? La respuesta a esta pregunta se convirtió en el argumento central del discurso que pronunció el director editorial de Aleteia, Jesús Colina, en la ceremonia de graduación de la Universidad Católica de América.John Garvey, presidente de la prestigiosa institución académica de Washington, con 130 años de historia, explicó el motivo por el que en este año el cofundador de la red católica más grande en Internet fue invitado a ofrecer el broche de oro del año académico: “Aleteia está creando una nueva base en los esfuerzos por llevar la Palabra de Dios a una audiencia que en muchos sentidos es indiferente al Evangelio”.

En sus palabras a los cerca de mil graduados de las 12 facultades y escuelas, el 17 de mayo, Jesús Colina les preguntó: “¿Los cristianos tienen más talento profesional?”.

“No lo creo respondió”. La competencia y reglas profesionales son iguales para todos y los talentos no dependen de la fe de una persona.

Tampoco la ética profesional depende de la fe de una persona, siguió diciendo. Todos los profesionales están comprometidos (o deberían estarlo) por la deontología propia de su profesión.

Aquello que caracteriza al profesional cristiano, aclaró, Jesús lo explicó con claridad desarmante: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13, 35).

“Les puedo asegurar que el mandamiento del amor puede transformar toda su vida profesional”, explicó Colina.

“Como cristiano estás llamado a amar a tu enemigo” y eso lo cambia todo: “abre espacios totalmente inesperados para transformar el mundo”.

“Si tu enemigo experimenta que le respetas, que le amas, entonces se abre la posibilidad de que pueda escucharte, de que se abra su mente y corazón. Si tú simplemente le atacas, nunca te escuchará, y mucho menos cambiará de actitud”.

Como los primeros cristianos

“Esta universidad les ha ofrecido la mejor preparación académica. Ustedes han aprendido también los más elevados estándares éticos –reconoció el cofundador de Aleteia–. Pero ustedes han recibido algo más: el mandamiento del amor y la invitación a amar a su enemigo. Este es su valor añadido, esta es la clave para transformar el mundo, como lo hicieron los primeros cristianos hace dos mil años en el Imperio Romano”.

“Hace dos mil años, en Roma, los cristianos no eran precisamente las personas más poderosas de su época: de hecho, fueron perseguidos. No tenían dinero. No eran más listos que los demás. Entonces, ¿cómo cambiaron el mundo?”

“En Roma, un mundo de sangre y odio, los primeros cristianos fueron testigos del mayor mandamiento de Jesús: ‘mirad cómo se aman’, decían los romanos durante la persecución de los cristianos. ‘Mirad cómo están dispuestos incluso a morir por los otros”, escribió Tertuliano desde la provincia africana del Imperio Romano en el segundo siglo”.

“Aquellos que ofrecen con su vida este tipo de testimonio de amor tienen un poder increíble de atracción. Son capaces de cambiar el mundo. Es lo que sucedió en tiempos del Imperio Romano y podría suceder de nuevo. El amor es su valor añadido. Si aman transformarán su mundo, y junto a su mundo al mundo”.

La experiencia de Aleteia

Esta es la experiencia que Aleteia está pudiendo constatar al entrar en relación con unos 40 millones de personas cada mes en las diferentes redes sociales.

No vienen a visitarnos en busca de simples noticias o de ideologías, aclaró. “Buscan el secreto de la felicidad. Quieren encontrar el secreto del éxito para sus vida. Y Jesús nos mostró cómo convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos”.

“Están buscando cristianos que sean auténticos. Cristianos que hayan experimentado el encuentro con Jesucristo, una Persona de verdad. Este encuentro les da alegría, confianza, respeto por los demás, e incluso hace que la vida sea más divertida”.

Además de las 113 maestrías y 66 programas de doctorado, la Universidad Católica de América es la única en los Estados Unidos con facultades eclesiásticas que ofrecen títulos en Derecho Canónico, Filosofía y Teología. Sus programas en Filosofía y Trabajo Social son los más antiguos de los Estados Unidos.

Aquí puede leerse el discurso de graduación de la generación número 130 de la Universidad Católica de Washington.