La concordancia bíblica Strong define esta palabra como algo escondido, punto de desaparición; tiempo fuera de la mente, (prácticamente) eternidad; y como algo de duración infinita o indeterminada.
Olam deriva del término Alam aceptado universalmente que significa oscuro, secreto y se refiere a aquello que está oculto o escondido de nuestra visión por lo que cuando “el olam” es aplicado al tiempo, un cierto elemento de oscuridad o indeterminación estarán presentes.
Analicemos ciertas variaciones en longitud de tiempo en cuanto a la aplicación de la palabra Olam en las escrituras en tiempo pasado, en el presente y en el futuro
En el salmo 90:2 desde antes que naciesen los montes y se formase la tierra y el mundo, desde el siglo (Olam) y hasta el siglo (Olam) tu eres Dios.
Y en Isaías 42:14 vemos “Por mucho tiempo (Olam) he guardado silencio, he estado callado y me he contenido.
1 Samuel 1:22 No iré hasta que el niño sea destetado le explicó a su esposo. Entonces lo llevaré para dedicarlo al Señor, y allí se quedará el “resto de su vida”.(Olam)
La pregunta hasta el momento es: ¿Cómo Olam puede tener ese significado tan variable, cualquier cosa a partir de tres días hasta el infinito? La razón es que no se ha tomado en cuenta su derivación y lo que está en consideración continuamente son los estiramientos al límite de nuestra visión y más allá de ella.
¿Hasta dónde llega nuestra visión? No sabemos puede que siga más allá o puede ser que siga para siempre. El horizonte es por lo que podemos ver. Si el mar tiene un extremo, no podemos verlo y así es como se describe la palabra olam.
El Olam de la palabra se utiliza de la forma más conveniente para describir a Dios. El amor olam, la misericordia olam hasta donde llega su amor es algo que se pierde más allá de nuestra visión. “El Olam” “Dios antiquísimo” El que es desde la antigüedad y más allá de la antigüedad.
Dios se revela a Abraham como OLAM
Gn 21: 33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno (Olam)
La revelación del título divino
En Génesis 17:1 Dios apareció y reveló Su título divino, mostrando así lo que Él es como Dios. Revelar un nombre significa revelar una persona, pues el nombre siempre representa la persona. Puesto que el título divino de Dios denota Su persona divina, la revelación del título divino en realidad es la revelación de la Persona divina.
En Genesis 1:1 Dios se reveló como Elohim,que significa en primera instancia el Poderoso, el Fuerte, y que está relacionado principalmente con la creación.
En Génesis 2 Él se reveló como Jehová, el gran Yo soy. El nombre Jehová significa: “Yo soy el que soy”, lo cual implica que Dios es el que existe en Sí mismo y para siempre. El título Jehová se refiere a la relación que Dios tiene con el hombre.
Además, Dios le reveló a Abraham que Él era el Dios Altísimo, el dueño de los cielos y de la tierra (14:22). Eso se relaciona mayormente con la subsistencia del pueblo de Dios a manos de Él.
En el capítulo diecisiete, Dios se revela de un modo más completo, pues se presenta a Abraham como El-Shaddai, el Poderoso que suministra todo para la subsistencia del hombre.
Si deseamos conocer a Dios como el Shaddai esto implicara dejar de usar nuestra fuerza, y desechar toda capacidad natural, en otras palabras significa humillarnos delante de Dios reconociendo nuestra incapacidad permitiendo que El actúe por nosotros.
Si hacemos esto El Todopoderoso ciertamente se manifestará a nuestra vida, sin embargo esto no será suficiente sino que debemos avanzar en nuestro crecimiento espiritual para poder experimentarle más allá como el Olam, como el Eterno, como Aquel que es secreto y misterioso. No podemos verlo ni tocarlo, pero Él es muy real. Su existencia es eterna, pues Él no tiene ni comienzo ni fin. Él es el Dios eterno (Sal. 90:2; Is. 40:28).
El Dios de Abraham en Génesis 21:33 es revelado en Juan 1 como el Verbo desde el principio, quien es el Olam y en el cual estaba la vida.
El Dios misterioso en la eternidad es nuestra vida eterna. La vida eterna es una Persona divina que está escondida, velada, oculta, es misteriosa y secreta pero muy real, y existe eternamente y para siempre, sin comienzo ni fin.
Tenemos dentro de nosotros ahora a El Olam, Aquel que está escondido, oculto, que es misterioso y que vive para siempre.
Él es nuestra vida eterna y nosotros podemos tener el mismo deleite que tuvo Abraham simplemente invocando: “Oh Señor Jesús”.
Si le invocamos inmediatamente obtendremos el disfrute de su dulce presencia, le disfrutaremos de una manera secreta y escondida y Él suministrara todas sus riquezas a nosotros.
¿Cuáles riquezas? ¿Necesita fortaleza? Él le dará la fuerza, le dará todo aquello que sea su carencia y le haga falta , cosas como la paz, la tranquilidad, la fe, la confianza, la cordura, el domino propio, el consuelo, la salud, la protección, el amor.
Alabemos a Dios, oremos para que Él se manifieste a nuestras vidas, participemos de su amor eterno y sigamos orando para que Él prolongue y extienda su misericordia a nuestra vida humana carente y escasa Jeremías 31:3