¿Te ha pasado que estás sentado en una mesa platicando sobre un tema y alguien junto a ti esta “chateando” en su celular? ¿Te ha pasado que estás frente a alguien contándole una situación personal y te das cuenta que su mirada está profundamente clavada en el aparato que está frente a él sobre la mesa?. Yo creo que sí te han pasado alguna de estas situaciones y seguramente algunas otras más .
Ahora dime cómo te has sentido cuando quien está frente a ti te demuestra desinterés o te pone en último lugar dándole prioridad a un aparato.. Es frustrante, doloroso y porque no decirlo “triste”, ver cómo nos vamos convirtiendo en seres secuestrados por las redes sociales o nuestros teléfonos “inteligentes”, y si, hoy creo que son más inteligentes porque han sabido captar toda -pero me refiero a toda- nuestra atención.
Solo que hay un pequeño detalle, llegará un dia en que requiramos que alguien nos escuche, nos vea a los ojos, nos diga -te entiendo- o hasta un -te quiero- y seguramente en ese momento quisiéramos que deje su aparato en otra habitación y nos preste toda su atencion. Porque no pensamos que lo mismo que nos molesta a nosotros seguramente le molesta a nuestro semejante, porque no reflexionamos y nos damos cuenta que en ese dificil momento nuestro gran “aparato inteligente” será solo inteligente, pero no empatico, será quien tenga respuestas frías a cualquier pregunta que le formulemos, pero nunca podrá darnos la respuesta que necesitamos desde el corazón, desde el “me importas “, desde el significas mucho para mi.
Ojalá nos demos cuenta y reaccionemos a tiempo, antes de perder nuestra conexión con quienes queremos tener a nuestro lado y priorizemos entre comunicarnos con un aparato frío e insensible a poder sentir el amor y la empatía de algún ser humano que por error o por haberlo asi querido, aparezca sentado frente a nuestras vidas..