Dugit (que en hebreo significa “barquita”) es un ministerio de evangelización de judíos mesiánicos en Israel. “Servimos a Israel y la ciudad de Tel Aviv desde hace más de 30 años. Fundados y gestionados por israelíes, compartimos apasionadamente la Buena Nueva con el pueblo israelí. Nuestro compromiso es ser un ejemplo vivo de Yeshúa el Mesías y predicar el mensaje de salvación a todo coste”, explica su web.

Como parte de su evangelización, la organización cuenta con una cafetería y tienda de café, HaOgen Cafe, en el centro de Tel Aviv. En pizarras anuncian bocadillos y un concierto acústico, se ilumina con lucecitas en cables, se adorna con plantas y está muy a la moda. Y la web anuncia que los miembros de su personal son “evangelizadores dispuestos a compartir la Buena Nueva con cualquier invitado que entre”.

Al fondo, hay ejemplares del Nuevo Testamento en hebreo y folleto sobre el Mesías. El logo del bar es un ancla, una forma que tenían los antiguos cristianos de referirse, en un código discreto, a la Cruz de Cristo.

El lugar ha motivado un reportaje de la Agencia Telegráfica Judía (una agencia de noticias) como símbolo de algo más grande: el crecimiento del número de judíos mesiánicos en Israel.

Una fe netamente evangélica

Desde un punto de vista doctrinal, los judíos mesiánicos son, sobre todo, personas que pueden tener o no estirpe judía, pero espiritualmente creen y adoran como cristianos evangélicos.

Sus reuniones de oración, en lengua hebrea o en inglés, o en lenguas de inmigrantes de otras etnias (ruso, etíope) son idénticas a un culto evangélico de alabanza, intercesión y predicación, aunque en ciertas fechas u ocasiones pueden añadir signos del judaísmo. Insisten en su patriotismo israelí; y expresan amor por la cultura israelí.

“Somos judíos que amamos a nuestro país, le servimos en el ejército y pagamos impuestos. Y celebramos las fiestas judías, y creemos en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob y, sí, creemos que Jesús es el Mesías”, explica a la agencia de noticias Avi Mizrachi, pastor de esta congregación en Tel Aviv.

Los mesiánicos no creen “sólo” que Jesús es el Mesías prometido. Creen el paquete completo del cristianismo evangélico: la Trinidad, que el Nuevo Testamento es Palabra de Dios, igual que el Antiguo, que Cristo fundó una nueva Comunidad (congregación, asamblea, iglesia, kehila), que Cristo limpia del pecado a través de la fe, que es Señor y Salvador, etc… Simplemente, buscan expresarlo con vocabulario hebreo y con formas externas “muy israelíes”.

Una comunidad que crece

El número de judíos mesiánicos ha crecido sin duda en las últimas dos décadas. “En 1999, el número total de creyentes [judíos mesiánicos] era de unos 5.000″, señala Alec Goldberg, director en Israel del centro evangélico Caspari Center. “Hoy, 5.000 son sólo los creyentes de congregaciones ruso-hablantes en Israel”.

Yonatan Allon, editor de la revista Kehila, que cubre a todas las comunidades mesiánicas, calcula que hay más de 10.000, quizá hasta 20.000 judíos mesiánicos. Atribuye el crecimiento a la evangelización entre etíopes y post-soviéticos, según declara. La revista  tiene constancia de unas 70 congregaciones mesiánicas en todo Israel (a las que a veces llaman “sinagogas”).

Barreras legales: evangelización y proselitismo

La ley en Israel prohíbe hacer proselitismo religioso con menores sin el consentimiento de sus padres, y también ofrecer ayuda material a cambio de convertirse a una religión.

Todo lo demás (debatir de religión, invitar a un servicio o retiro, explicar la fe, regalar vídeos o folletos o Biblias) es perfectamente legal.

Sin embargo, muchos judíos piensan que todo esto es ilegal o debería serlo o debería tratarse como si así fuera y a veces las autoridades civiles tratan de dificultarlo. La agencia recuerda que en 2010 el Informe de Libertad Religiosa del Departamento de Estado en EEUU ya criticaba técnicas de acoso (burocracia, visados denegados, permisos prohibidos a estudiantes, etc…) al respecto en Israel.