Tradicionalmente, la ciudad de Colonia, con su impresionante catedral, se ha considerado el centro más importante del catolicismo en Alemania. Pero ahora, de forma experimental durante dos años, el ayuntamiento ha dado permiso para que las 35 mezquitas de la ciudad puedan usar sus altavoces externos para llamar a la oración musulmana entre las 12 y las 15 horas.
El muecín o almuédano proclama desde los altavoces las tradicionales proclamaciones musulmanas: ‘Allahu akbar‘ (Alá es grande) y «Doy testimonios de que no hay más dios que Alá», e invita al rezo islámico.
La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, de 64 años e independiente, declara en Twitter que este permiso es una «señal de respeto», señalando que también suenan las campanas de la catedral de Colonia… sin especificar que en casi ningún país musulmanes dan permiso a las catedrales -cuando las hay- para que suenen sus campanas.
El diario ABC cita a Ahmad Mansour, un «experto en integración», quien advierte que en realidad «los gestores de las mezquitas lo que quieren es visibilidad. Ellos celebran la llamada del almuecín como una demostración de poder sobre los vecindarios».
Mezquita central Ditib en Colonia – foto de Wikipedia Commons
Colonia cuenta con la mayor mezquita de Alemania, financiada por Turquía, pensando, en principio, en los 60.000 inmigrantes turcos, que son un 10% de la población en los distritos de Kalk y Mulheim (a los que hay que sumar los turcos que, por tener nacionalidad alemana, no se contabilizan como inmigrantes). El presidente turco Recep Tayyip Erdogan inauguró la gran mezquita en 2018.
Un reportaje de publicidad (en alemán) sobre la gran mezquita DITIB en Colonia, financiada por Turquía (el canal de vídeos de la mezquita DITIB con oraciones grabadas y en directo está aquí; sus vídeos oscilan entre 200 y 500 visionados)
«La controvertida mezquita Ditib, en Ehrenfeld, cuyos minaretes miden 57 metros de altura y cuya imagen se difunde en fotografías de perspectiva inclinada, para que parezcan más altas que la Catedral, al fondo de la imagen, ya desató un debate a nivel nacional sobre el tamaño y la importancia del edificio», señala la noticia en ABC.
«En Baviera no queremos estos experimentos»
Colonia es vecina a Baviera, la mayor región de Alemania, de tradición católica, donde los símbolos musulmanes en espacios públicos cuentan con algunas restricciones. El subsecretario general de los socialcristianos bávaros, Florian Hahn, ha respondido a la decisión de la alcaldesa apuntando que «en Baviera no queremos este tipo de experimentos. No forman parte de nuestra tradición occidental. Además, las llamadas públicas a la oración no son necesarias para practicar la religión islámica».
En Alemania, como en otros países de Occidente, hay algunos intelectuales musulmanes que intentan potenciar una versión progresista y muy occidentalizada del Islam, casi sin predicamento entre los inmigrantes. Es el caso de la Asociación de Musulmanes Liberales de Alemania. ABC cita a su fundadora, Lamya Kaddor, una profesora de Ciencias Islámicas a la que pocos harían caso en numerosos países musulmanes.
Según ella, «dentro de la comunidad islámica en Alemania hay varias tendencias y las más extremistas son las únicas que reivindican esta práctica medieval, que no es obligatoria y que resulta innecesaria para el rezo en la actualidad». Considera que el rezo a la oración en Colonia sería más «una manifestación política que religiosa».
Cristianos y musulmanes en cifras
La diócesis de Colonia es de las más grandes de Europa Occidental, con unos 5 millones y medio de habitantes. En el 2000 eran católicos en 43% de los habitantes de la diócesis; en 2019, sólo el 35%, según las estadísticas de la Iglesia (que en Alemania son bastante rigurosas porque implican pagar un impuesto religioso adicional que se destina a la Iglesia, bien sea la católica o la luterana).
Un estudio de Pew Forum señalaba que si en 2010 los musulmanes que vivían en Alemania eran 3,3 millones (un 4,1% de la población), en 2016 habrían pasado a ser casi 5 millones (un 6,1%). Otro sondeo posterior, de 2019, calculaba que los musulmanes podían ser entre 5,3 y 5,6 millones (aproximadamente el 6,6% de la población del país).