Además de tener una buena actitud, también hay que poseer claridad y confianza en tus pensamientos y cultivar tu salud mental.

Curiosamente la mayoría de las personas se concentran tanto en el que dirán y en el cómo me ven, que sin querer terminan por ser lo que no son, y buscar lo que no necesitan. La realidad las cosas es completamente al revés, cuando uno sabe quién es, no importa que dicen de uno, aun cuando lo critiquen y lo lastimen.

El ser una persona sincera y autentica es una virtud que se desarrolla por medio de la práctica y del continuo trabajo personal.  Este, confronta constantemente los demonios internos con la realidad y el auto conocimiento. Un camino doloroso y profundamente efectivo.

El vivir en función de él que dirán, quita energía y crea frustraciones. Vivir bajo la lámpara de las expectativas de los demás, es como vivir para los otros, sin nutrir los intereses y las necesidades personales; lo cual, crea desilusiones, críticas y lo peor, quita la esencia de uno, por querer agradar a las personas queridas, admiradas o cercanas, que tristemente jamás reconocerán los esfuerzos que se hace por agradarles, ya que estas personas les interesa poco el sacrificio que se hace por darles lo que ellas exigen.

Entre más buscas que te quieran y que te reconozcan, menos autentico eres y por la tanto más inseguro y vulnerable te conviertes.

Así, el hombre que por quererle dar todo a su mujer, se le olvido que El, también era importante.  Ahora, la mujer se ha convertido en una cruel capataza, incasable y mal agradecida.  Este pobre señor, se olvidó su valor, perdió su salud mental y  terminó con su matrimonio. Lo único que no quería que sucediera. Después de todo, el solo vivía para satisfacer  los caprichos y necesidades de su mujer.  Siempre esperando el reconocimiento, buscando las palabras adecuadas, cuidando todo para no molestarla y esperando su apruebo y su agradecimiento.

No tienen nada de malo querer darles a los otros lo mejor de uno, sobre todo cuando la relación es nutritiva y equilibrada emocionalmente. Pero buscar el reconocimiento continuo, pelear interminablemente por querer demostrar que uno es mejor y que puede dar más… es una causa perdía.

Encontrar el balance para valorarse así mismo, sentirse cómodo con la persona misma, poder expresar lo que  se piensa  sin caer en el temor de ser criticado, es aprender a vivir en armonía consigo mismo y con el universo. Es dejar ir todos los cometarios que solo hacen ruido y encontrar el silencio que trae la paz emocional.

Nada como el saber que lo que se dice, lo que siente, así como lo que se hace, es lo que el corazón  propio  pide, a pesar de los demás quieran otra cosa de uno.

La receta

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Viviendo con autenticidad

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Ingredientes:

  • 1 pieza de confianza en sí mismo –reconocer y aceptar las fortalezas y las debilidades
  • 1 sobre de honestidad – sinceridad de pensamientos sin caer en imposiciones o lastimar
  • 1 cucharada de prudencia – reconocer y respetar los tiempos y los sentimientos de los otros
  • 1 pizca de valentía – valor para estar en desacuerdo de la mayoría, sin  tener miedo ni dudas
  • 1 pieza de compasión – balance entre la fortaleza y la lucha por encontrar el amor propio

Recomendación del chef

Es importante aprender a dejar ir lo que creemos que deberíamos ser y aprender a ser lo que en realidad somos. No debemos de temer expresar lo que sentimos, por miedo a lo que otros puedan decir o pensar de nosotros.

Como ser autentico sin lastimar a los demás

  1. Ser uno mismo es el regalo más grande que uno se puede dar a sí mismo. Uno nunca debe de tener miedo por ser sí mismo. Hay que tener valentía para poder decir lo que se siente, luchar por los valores que uno tiene y nunca temer a ser criticado.
  2. Es importante aprender a ser autentico a pesar de las circunstancias que se presenten.  La adversidad y las diferencias son solo pruebas que sirven para pulir y comprender mejor la esencia personal.
  3. Ser autentico no es una tarea fácil. Poder expresarse con honestidad, trae el riesgo de crear desacuerdos. Sin embargo, el poder ser real, otorga libertad, satisfacción y salud mental para vivir de acuerdo con valores y sentimientos personales, regala paz y confianza en uno mismo.

Sacrificar tu esencia por miedo a lo que dirán de ti, es una verdadera perdía. Se tú, no hay otro más igual a ti.

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