El mismo día en que la Santa Sede ha dado la noticia del fallecimiento a la edad de 89 años de Giovanni Liu Shigong, obispo de Jining (Tsining) en Mongolia Interna (China Continental), el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, Greg Burke, ha hecho una declaración sobre el obispo de Wenzhou, siempre en China Continental, arrestado y del que no se tienen noticias, tal y como recoge Zenit.
“Respondiendo a la pregunta de algunos periodistas (…) preciso que: La Santa Sede sigue con grave preocupación la situación personal de Mons. Pietro Shao Zhumin, obispo de Wenzhou, forzadamente alejado de su sede episcopal desde hace bastante tiempo”. Y precisa que “la comunidad católica diocesana y los familiares no tienen noticias ni sobre el motivo de su alejamiento, ni del lugar en que está retenido”.
El portavoz del Vaticano precisa que “la Santa Sede está profundamente adolorada por este y por otros episodios similares que lamentablemente no favorecen los caminos del entendimiento”.
El comunicado concluye deseando que “Mons. Pietro Shao Zhumin pueda volver lo antes posible a su diócesis y que le sea garantizado realizar serenamente el propio ministerio episcopal”. E invita a “todos a rezar por Mons. Shao Zhumin y por el caminar de la Iglesia en China”.
La Iglesia en China
La república asiática ha creado una iglesia nacional, paralela a Roma y controlada por el gobierno, que busca agrupar a los católicos de China en una fe y doctrina deformadas, pero fiel al partido comunista.
Es por ello que Roma ha tenido una relación delicada con el gobierno chino, pero busca poder mejorar las condiciones de los católicos en ese país, especialmente las de aquellos que con grandes dificultades siguen siendo fieles a Roma.