La persecución contra los cristianos especialmente los católicos sigue siendo una realidad dolorosa hoy en día pero hay que estar gozosos en Cristo pues el mismo Señor Jesús lo había anticipado desde sus tiempos (Juan 17) así como ya posteriormente en Hechos de los Apostóles, San Pablo en su discurso en el Aerópago intenta con todas sus fuerzas de lograr la conversión en Atenas, Grecia (Hechos 17).
Hoy en día cuántos se burlan de Jesucristo o no quieren saber de Él, cuando una persona ya sea por este medio o cualquier otro medio de comunicación intenta hablar de Jesucristo lo que se recibe son calumnias, rechazos y burlas pero benditos somos, benditos somos porque nosotros agradamos al Padre Dios, a Él es quien debemos siempre agradar ¡Abbá!
El cristianismo y sobre todo el catolicismo está llamado a soportar estos sufrimientos y vejaciones porque es bien sabido que Cristo también pasó por esto y que probablemente en este milenio autoridades políticas y militares no nos crucifican tal como hicieron con el mismo Señor Jesús no obstante la persecución contra los cristianos sigue vigente, sí. Recientemente en el Vaticano se reunió el presidente Erdogan (Turquía) con el Papa Francisco, siendo Erdogan responsable de una campaña anticristiana, en la que el incita, promueve y alienta a grupos a destruir el cristianismo, de hecho fue muy conocido el año pasado su discurso de “odio a los cristianos”.
En Juan 15, 20 Jesús nos hace una advertencia a todos los cristianos, sobre la persecución. En la vida contemporánea hay una gran persecución aún, sucede cuando: se burlan del Papa, colocan carteles a favor de las uniones LGBTI en Roma como una provocación, asesinan misioneros y sacerdotes en diferentes partes del mundo, omiten las enseñanzas de las homilías, cierran la puerta a toda posibilidad de evangelización en la familia y así podrían enumerarse una cantidad de sucesos que representan una persecución contra la Iglesia.
En San Lucas 6, 22 dentro de las bienaventuranzas Jesucristo llama dichosos a quienes injurien y rechacen a causa de Él ¡Alivio total! Somos bienaventurados, me incluyo porque desde el momento que yo, escribo y trato que usted estimado lector tenga en mente esta breve idea estoy en el grupo misionero de esta gran Iglesia fundada por Cristo.
San Pedro murió crucificado, previamente en su Primera Carta expresa: “Dichosos ustedes si tienen que soportar por amor a Dios los maltratos injustos” (1 Pedro 4) cada vez que el mundo se comporta de forma contestataria la Iglesia en vez de seguir coadyuvando el conflicto siempre contribuye a un mundo mejor, no obstante el mundo siempre está enfrascado en querer ser sordos ante los consejos, el mundo es necio, ciego y mudo ante las verdaderas problemáticas que de verdad aquejan a los más pobres y necesitados.