Al menos cinco personas murieron en un ataque contra un templo cristiano en Burkina Faso este domingo 28 de abril, una semana después del atentado contra tres iglesias en Sri Lanka, informa Aciprensa.
“Individuos armados no identificados atacaron la iglesia protestante en Silgadji, matando a cuatro fieles y al pastor principal. Al menos otras dos personas siguen desaparecidas”, declararon a AFP fuentes de seguridad locales.
Sin embargo, este no es el único incidente reciente contra los cristianos en Burkina Faso, en África Occidental, ya que el pasado viernes 5 de abril también fue atacada una iglesia católica y asesinaron a cuatro fieles.
Este no es el único incidente reciente contra los cristianos en Burkina Faso, en África Occidental
El ataque se perpetró en la Diócesis de Dori durante la celebración del Vía Crucis. Algunos hombres armados entraron en una iglesia católica, separaron a las mujeres y niños de los hombres y mataron a cuatro fieles que habían intentado escapar.
En Burkina Faso el 54,2% de la población es musulmana, el 23,9% son cristianos de diferentes denominaciones, el 21,3% practicantes de otras religiones étnicas y el 0,6% restante profesa otras religiones.
Atentados similares son tristemente frecuentes en el cinturón central de África. En marzo de 2018 ocurrieron ataques coordinados en Uagadugú, capital de Burkina Faso, cuando varios coches bomba y terroristas suicidas explotaron contra la embajada francesa y el cuartel general del ejército burkinés. Murieron al menos 16 personas y 100 resultaron heridas. El grupo de apoyo al islam y a los musulmanes, asociado a Al Qaeda, reivindicó el atentado.
Lo ocurrido en Burkina Faso es un síntoma más de que “el año 2019 es ya uno de los años más sangrientos para los cristianos”, según explicó el presidente de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), recogió Aciprensa.
El día de Año Nuevo milicias islámicas séléka atacaron una misión católica en la diócesis de Bangassou, en República Centroafricana
Porque a lo ocurrido en Burkina Faso cabe añadir lo acaecido en los brutales atentados perpetrados contra iglesias y hoteles de Sri Lanka el pasado Domingo de Pascua, cuando los terroristas musulmanes del Estado Islámico reivindicaron la autoría de los ataques, que según las autoridades podrían haber sido un acto de venganza contra la masacre de Christchurch (Nueva Zelanda), en la que un hombre mató a 49 personas en dos mezquitas a mediados de marzo.
En una nota difundida el 26 de abril, ACN recuerda que además de Sri Lanka, en este 2019 han ocurrido diversos ataques contra los cristianos como los siguientes:
El día de Año Nuevo milicias islámicas séléka atacaron una misión católica en la diócesis de Bangassou, en República Centroafricana. Hubo decenas de muertos y unas 20.000 personas huyeron de la violencia.
A finales de enero se registró un atentado islámico contra la catedral de Jolo con 20 muertos y unos 90 heridos, en el sur de Filipinas.
A mediados de marzo, aldeas cristianas del estado nigeriano de Kaduna se vieron atacadas por miembros de las tribus nómadas de los Fulani, predominantemente musulmana, dejando más de 130 muertos.
A mediados de marzo, aldeas cristianas del estado nigeriano de Kaduna se vieron atacadas por miembros de las tribus nómadas de los Fulani, predominantemente musulmana, dejando más de 130 muertos
A finales de marzo una escuela católica del estado federal indio de Tamil Nadu sufrió agresiones de nacionalistas hindúes extremistas, y se produjo una auténtica cacería contra las religiosas que trabajan allí.
“Los ataques en Sri Lanka son la sangrienta culminación de un proceso que se viene produciendo desde hace años: la persecución de los cristianos no conoce fronteras; no se toma pausas, mucho menos en las fiestas cristianas más importantes; no tiene piedad de las personas inocentes, que a menudo se convierten en chivos expiatorios de procesos globales”, dijo Heine-Geldern.
ACN indicó además que la amenaza del Estado Islámico sigue presente en Medio Oriente, así como la de los terroristas de Boko Haram en el norte de Nigeria.
De otro lado, la fundación pontificia expresó su preocupación por la situación de violencia en países latinoamericanos como Nicaragua y Venezuela. Allí, señala la nota, a causa de las turbulencias políticas, se producen continuamente agresiones a obispos y sacerdotes.
“Se debe a una mezcla de ideología política anticatólica y la acusación de que la iglesia interfiere injustificadamente porque llama a la resistencia contra gobiernos autoritarios o contra la corrupción. Esto la convierte en un objetivo de agresión y violencia”, explica Heine-Geldern.