Alguna vez se han preguntado ¿Quien era este misterioso Rey que salió al encuentro de Abraham en Génesis y le ofreció pan y vino? ¿Y sobre cual ciudad reinaba?
En el Antiguo Testamento se menciona por primera vez al Rey de Salem en Genesis 14:18
«Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;
En Hebreos 7:1-3 también se hace mención con relación a este evento:
“ Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,
a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”
Salem en hebreo Shâlêm, significa: completa, perfecta, pacífica o paz. Ciudad de la cual Melquisedec era rey (Gen 14:18; Heb 7:1, 2).
Algunos afirman que procede de las palabras hebreas yeru (ירו) casa y shalem o shalom (שלם’) paz, por lo que Jerusalén significaría literalmente “casa de paz”. Esto concuerda con el Salmo 76:2, donde Salem y Sion aparecen como sinónimos.
Salmos 76:2 “En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion”
Jesucristo es el Hijo de Dios, el único que puede ser llamado Sacerdote del Altísimo, Rey de Justicia y Rey de paz.
El gobierna y reina por los siglos de los siglos y está sentado a la diestra del Padre
En el salmo 110, el Padre dice a su hijo: «Siéntate a mi diestra….hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.»
Y continua diciendo:
“Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;
Domina en medio de tus enemigos.
Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,
En la hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora
Tienes tú el rocío de tu juventud.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec”
JESUCRISTO ES EL REY DE SALEM, el sumo sacerdote que conduce a los hombres a Dios y trae Dios a los hombres, quien esta llevando a cabo su ministerio celestial al interceder de día y de noche por cada uno de nosotros, Él es nuestro Rey de paz.
Necesitamos orar para que aquel que gobierna en Sion, gobierne también en la tierra y quebrante a los reyes de la tierra con su poder, la tierra se ha llenado de iniquidad, necesitamos ofrecernos voluntariamente cada mañana, para que el Señor continué haciendo su hogar en nuestros corazones y establezca su trono en nuestro ser, derrote a nuestros enemigos, quienes son los reyes que se han levantado en nuestro interior y nos han esclavizado; el desánimo, la apatía, la indiferencia, la avaricia, la frustración, el amor al dinero, la vanidad, la preocupación excesiva, etcétera.
Una vez que hayamos derrotado a nuestros enemigos internos el nos visitara para ofrecernos pan y vino, los cuales representan la satisfacción y el descanso.
El Señor se entronizará en nuestro ser interior como nuestro Rey de paz y Rey de Justicia y así secretamente continuará tomando posesión de cada uno de sus creyentes para finalmente tomar posesión de toda la tierra.