En su quinta sesión el «camino sinodal» alemán ha aprobado una serie de resoluciones en las que radicaliza su exigencia de reformas e ignora abiertamente las repetidas advertencias de Roma
En su quinta sesión el «camino sinodal» alemán ha aprobado una serie de resoluciones en las que radicaliza su exigencia de reformas e ignora abiertamente las repetidas advertencias de Roma.
En primer lugar la asamblea del «camino sinodal», que celebra su último período de sesiones, ha aprobado una resolución según la cual los laicos podrían pronunciar homilías en la misa.
El obispo de Maguncia, Peter Kohlgraf, ha declarado que no ve obstáculos para la constitución de un consejo sinodal permanente con amplísimas atribuciones de gobierno en el seno de la Iglesia en Alemania. La constitución de tal consejo fue expresamente prohibida por Roma.
Las personas encargadas de las homilías no son «cristianos de base» ni feligreses de la diócesis, sino miembros de la élite política alemana
En la catedral de Espira, por iniciativa del obispo de dicha diócesis, Karl-Heinz Wiesemann, y sin esperar a la aprobación de la propuesta por el «camino sinodal», se está ya poniendo en práctica la prédica por parte de laicos. Las personas encargadas de las homilías no son «cristianos de base» ni feligreses de la diócesis, sino miembros de la élite política alemana.
El primero ha sido el antiguo Presidente del Parlamento Federal Alemán, Norbert Lammert, quien ayer pronunció su homilía. Dentro de unos días lo hará Annette Schavan, que fue Ministra Federal de Educación.
Se da la curiosa circunstancia de que ambos políticos pertenecen al mismo partido (CDU) y de que ambos fueron acusados de plagio en sus respectivas tesis doctorales. Schavan perdió el título de doctora (que sin embargo aparece, contraviniendo la ley, en el anuncio de su homilía por parte de la diócesis de Espira), debió dimitir de su cargo y fue nombrada Embajadora ante la Santa Sede.
la práctica de bendecir a parejas homosexuales es habitual en Bélgica
El obispo de Amberes, Johan Bonny, invitado como observador en el «camino sinodal» ha declarado que la práctica de bendecir a parejas homosexuales es habitual en Bélgica, sin que ello haya provocado conflictos con Roma.
Habiendo consultado al Papa Francisco I sobre el asunto, éste le habría respondido «la decisión es cosa suya», según informa la Radio de Baviera citando al propio Bonny.