Sabemos que la voluntad de Dios es ejecutada en el cielo, donde el mora y gobierna pero es en la tierra donde aún no se lleva a cabo su voluntad, porque esta se encuentra bajo el dominio de hombres con las características como las que menciona Timoteo en el tercer capítulo de su segunda carta.
3:2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
3:3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios.
Hoy en día nos damos cuenta que tristemente esta viene a ser la realidad de la condición actual en la tierra, diariamente nos encontramos con personas que encajan perfectamente en este perfil descriptivo, desde gobernantes, hasta vecinos y familiares.
Y éste inevitablemente es el resultado y la condición de la humanidad una vez que el hombre ha abandonado por completo a Dios y le ha sustituido o reemplazado por otra persona, asunto, cosa o bien por sí mismo.
Alguna vez se ha preguntado cual es la voluntad de Dios aquí en la tierra?
La palabra misma nos muestra que a Dios le agrada que hagamos su voluntad y el Rey David pide a Dios en el salmo 143 que le enseñe a hacer su voluntad y que sea el espíritu mismo quien lo guie a tierra de rectitud.
En Romanos 12:2 el apóstol manda que no nos conformemos a este siglo, sino que seamos transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, y así poder comprobar cuál es la voluntad de dios, buena agradable y perfecta.
La voluntad de Dios también se menciona en la oración del Padre nuestro cuando aparece la expresión venga tu reino.
El reino de Dios existe en los cielos y este reino de Dios se acercó a la tierra en la persona maravillosa de Jesús, el vino a la tierra para establecer su reino espiritual y desea que este reino se siga estableciendo.
Dios desea establecer su reino primeramente nuestro corazón, el desea establecer un trono donde el rija y gobierne desde nuestro interior, y es de esta manera como él toma posesión de la tierra.
Recordemos que nosotros mismos fuimos formados del polvo de la tierra.
Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Cada vez que una persona es salva, el señor toma posesión de la tierra ahora que somos salvos permitamos que el reine en nuestro interior y así el cumpla su deseo y se haga su voluntad.
1 Juan 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la VOLUNTAD de Dios permanece para siempre.