Salmos 100
- Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
- Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo. - Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. - Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
No sólo debemos ofrecer oraciones a Dios, sino que es menester que aprendamos a alabarle. Es necesario que desde el inicio de nuestra vida cristiana entendamos cuál es el significado de la alabanza.
David recibió gracia de Dios para alabarle siete veces al día. Salmos 119:164 siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.
Al orar, todavía estamos inmersos en nuestra situación, pero al alabar, nos remontamos por encima de nuestras circunstancias. Mientras uno ora y ruega, todavía sigue atado a sus problemas; no logra librarse de ellos.
Dios desea remontarnos por encima de la cárcel, las cadenas, las dolorosas heridas del cuerpo, los sufrimientos y la pena. Pablo y Silas estaban entonando himnos; ellos cantaban alabanzas a Dios. Dios los llevó a un punto en que la cárcel, la pena y el dolor dejaron de ser un problema para ellos. Así que, ellos podían alabar a Dios. Al alabarle así, las puertas de la prisión se abrieron, las cadenas se soltaron y aun el carcelero fue salvo.
En muchas ocasiones, la alabanza es eficaz cuando la oración no ha dado resultado. Éste es un principio fundamental. Si usted no puede orar, ¿por qué no alabar? Cuando le falten fuerzas para orar y su espíritu se sienta muy oprimido, lastimado o decaído, alabe a Dios. Si no puede orar, trate de alabar. Siempre pensamos que se debe orar cuando la carga es abrumadora, y que debemos alabar cuando ella ha sido quitada de nuestros hombros. Sin embargo, le ruego tome en cuenta que a veces la carga es tan pesada que uno es incapaz de orar.
Analicemos algunos significados de la alabanza en hebreo
1) Hallal: significa celebrar, regocijarse, gloriarse en algo y es la palabra más frecuentemente usada en el Antiguo Testamento, aparece unas ochenta y ocho veces en la Biblia.
2) Hilluwi (se deriva de Hallal): es una “celebración de acción de gracias por la terminación de la cosecha”. Tal alabanza tiene que ser expresada con alegría ya que terminado los largos meses de espera ansiosa, la cosecha ya ha sido recogida y puesta a salvo, ha terminado el duro trabajo, las herramientas se han recogido, la cosecha está almacenada y asegurada.
3) Tehillah (otra palabra que se deriva de Hallal): en esta ocasión el énfasis reside en el canto. Por lo tanto, cantamos nuestro hallal, una alabanza clara y simple para Dios. Tenemos que regocijarnos de El tanto en nuestras palabras como en nuestra música.
4) Shabach: esto significa “clamar en voz alta, un grito de triunfo, gloriándose en la victoria”. Hay ocasiones en que un grito de triunfo es la única manera digna de alabar a Dios. Salmo 47:1: “Aclamad a Dios con voz de júbilo”. Cuando surjan ocasiones de tal índole, no se sienta inhibido , deje que su alabanza resuene., tal como lo hizo el Rey David
5) Zamar: el significado es “tocar o interpretar instrumentos de cuerda”. Aquí hay una referencia obvia al asunto de alabar a Dios con instrumentos musicales.. !Qué maravilloso es tocar delante de Dios con toda clase de instrumentos, produciendo manifestaciones resonantes de loor a Su gran nombre!
6) Yadah: el significado primario es “expresar palabras de agradecimiento” Sin embargo, también contiene el pensamiento de “levantar las manos”.
La alabanza y la adoración son la respuesta interna del corazón a la revelación de Dios y su grandeza y para que éstas lleguen a ser alabanzas genuinas, tienen que ser manifestadas.
Alabar a Dios no es un ejercicio emocional, es una actividad espiritual. Sin embargo, requiere liberación emocional. Demasiados cristianos sienten temor de las expresiones emocionales, intentan siempre suprimirlas creyendo que es actividad carnal. Las expresiones bíblicas de alabanza requieren una liberación emocional positiva y controlada. David dijo que debemos “Bendecir al Señor con todo lo que hay en nuestro interior” (Sal.103:1). Eso incluye nuestras emociones. Salmos 103:1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Si se enfrenta a situaciones y problemas extraordinarios, se encuentra perplejo y siente que se desmorona, tan solo recuerde una cosa: “¿Por qué no alabar?”. He aquí una brillante oportunidad: si ofrece una alabanza en ese momento, el Espíritu de Dios habrá de operar en usted, abrirá todas las puertas y romperá todas las cadenas.
Debemos aprender a cultivar este espíritu elevado, un espíritu que vence cualquier ataque. Puede ser que la oración no siempre nos conduzca al trono, pero con seguridad la alabanza nos llevará ante el trono en todo momento. Es posible que por medio de la oración no siempre logremos vencer, pero la alabanza nunca falla. Los hijos de Dios deben abrir sus bocas para alabar al Señor, no sólo cuando se encuentren libres de problemas, aflicciones, sufrimientos y dificultades, sino, aún más, cuando se vean en problemas y aflicciones. Cuando alguien que se encuentra en tales situaciones y. Es posible que su corazón esté angustiado; no obstante, su espíritu seguirá alabando. Su espíritu se remontará tan alto como se eleve su alabanza; él mismo ascenderá junto con sus alabanzas.