A pesar de que el origen de los disfraces por carnaval provenga del antiguo Egipto, originalmente, los cristianos fueron quienes comenzaron a celebrar el carnaval en homenaje a la llegada de la Cuaresma.
En los días previos, los creyentes cristianos comían carne por última vez para ayunar los 40 días posteriores, en los que se recuerda el tiempo que pasó Jesús en el desierto, además de los 40 días que duró el diluvio universal y los 40 años de marcha del pueblo judío. Fue, precisamente, el hecho de comer carne por última vez hasta el fin de la Cuaresma, lo que le otorgó el nombre de “Carnaval”, procedente del latín carne-levare “abandonar la carne”.
La palabra Carnaval viene del latín “carne-levare”, es decir eliminar la carne en las casas y los comercios, pues se acercaba la Cuaresma y durante la Edad Media los pueblos cristianos de Europa y Eurasia pasaban los 40 días que dura la Cuaresma, hasta la fiesta de la resurrección de Cristo, sin comer carne. Al tener que eliminar la carne se hacían grandes comilonas con mucha bebida, acompañadas siempre de disfraces y bailes por las calles, pues el Carnaval se vivía y se vive en la calle.
Era como recuperar las fiestas paganas de los saturnales (fiestas de invierno) y las bacanales, puestas en un calendario cristiano. Lo festejos duraban los tres días anteriores al inicio de la Cuaresma. Al Carnaval se le llama también Carnestolendas. En los países latinos de Europa el Carnaval empieza ya la semana anterior, con la celebración del “martedí grasso” (en Francia le mardi-gras) y del “giovedí grasso” en que se comen embutidos de cerdo. También en numerosos carnavales de América Latina está el Rey Momo, un personaje central, del mismo modo que está el Rey Carnestoltas, de análoga etimología latina que Carnaval, que en algunos pueblos del Mediterráneo es el Rey de las fiestas de Carnaval, y se simboliza en un muñeco feo, medio diabólico, que recibe la burla o admiración de las comparsas.
Mucho se ha discutido sobre si el Carnaval es una fiesta en realidad pagana. La tradición así lo constata, y además en carnavales españoles las comparsas carnavalescas utilizan vestidos y símbolos que ridiculizan la religión cristiana, como vestidos de obispos y papas. La pregunta que muchos se hacen: ¿Es el Carnaval una fiesta cristiana? Sencillamente no, aunque se han aprovechado las fiestas para hacerlas coincidir con el calendario cristiano de Cuaresma y Semana Santa. El Carnaval es una fiesta de origen pagano que se recuperó en la Edad Media y que la Iglesia de Roma toleró, como ha ocurrido en todas las civilizaciones en que había unos días al año dedicados a celebraciones desenfrenadas.
En el país, durante 1956 fueron establecidos como feriado nacional hasta 1976, año en el que fueron eliminados por el gobierno militar. Finalmente, en 2011, los días no laborables volvieron por decreto.