El numero cuarenta siempre tiene siempre un significado profundo en las escrituras, y es un número que denota tentación, sufrimiento, prueba, preparación, espera y cambio.
A continuación consideremos algunos ejemplos:
• Dios hizo llover 40 días y 40 noches en tiempos de Noé trayendo el diluvio.
• Moisés pasó 40 días de ayuno en el Monte Sinaí, a solas con Dios.
• El pueblo de Israel pasó 40 años en éxodo por el desierto rumbo a la Tierra Prometida.
• Elías pasó 40 días y 40 noches caminando hasta el Monte Horeb.
• Israel vivió 40 años de paz bajo los jueces.
• Duraron 40 años los reinados de Saúl, David y Salomón, los tres primeros reyes de Israel.
• Jonás profetizó 40 días de juicio para que Nínive se arrepintiera.
• Moisés se postró, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches, para que Jehová nos los destruyera.
• Elías comió y bebió; y fue fortalecido con comida y caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
• Jesús fue llevado por María y José al templo 40 días después de su nacimiento.
• Jesús ayunó durante 40 días en el desierto, donde fue tentado por Satanás.
• Durante 40 días, Jesús resucitado entrenó a los discípulos a su presencia invisible antes de su ascencion para luego enviar el Espíritu vivificante.
A continuación hagamos una breve reflexión en cuanto a las escrituras,
Hebreos 3:7-9 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, (8) No endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto (9) Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.
Salmos 95:10: Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.
En estos versículos podemos percibir que Dios se relaciona con sus hijos de la misma manera que él se relacionó con su pueblo en el Antiguo Testamento. Nosotros somos sus hijos espirituales , él nos ama y nos disciplina siempre de acuerdo a su propósito, apreciamos y reconocemos que él posee un carácter inmutable y que no cambia, es el mismo de ayer , de hoy y por los siglos (Hebreos 13:8), por lo tanto El es el Dios eterno.
La advertencia en estos pasajes es que debemos escuchar su voz y no endurecer nuestro corazón, no debemos tentar a Dios, provocarlo y ponerlo a prueba.
Ciertamente el trato duro hacia el pueblo era por la dureza de su corazón por lo que Dios aprovechó esa oportunidad para darse a conocer como “Aquel que todo lo llena en todo” , como el gran YO SOY, como el que suple todas las necesidades del hombre, todo lo que el ser humano necesita para su subsistencia es Dios, Él llego a ser su alimento, su bebida, su vestido, su sombra, su cubierta, su protección, su techo, su seguridad, su contentamiento por lo tanto él era la fuente y el origen de toda bendición física y espiritual de ellos.
Podemos constatar esto en Deuteronomio 2:7: pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Deuteronomio 8:2: Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tú Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.
En el desierto Dios se revela como el PAN DEL CIELO, EL MANA
Ex 16: 3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.
Este pan era el mana que tipifica a Cristo, el único alimento celestial para el pueblo de Dios, al darles mana, la intención de Dios era cambiar la naturaleza misma de su pueblo, o sea cambiar la dieta para cambiar la constitución intrínseca de ellos, con miras al cumplimiento de su propósito.
Debido a que los hijos de Israel todavía estaban constituidos del elemento egipcio, no eran aptos para erigir el tabernáculo como morada de Dios en la tierra. Por cuarenta años Dios no les dio de comer ninguna otra cosa y esto revela que la intención de Dios al salvarlos era forjarse en los que habian creído en él, por lo tanto deseaba cambiar su constitución intrínseca alimentándolos del único alimento celestial para reconstituirlos de Cristo y pudieran llegar a ser la morada de Dios en la tierra.
¿QUE HEMOS DE BEBER?
Ex 15: 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? (25) Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; (26) y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.
El madero endulzó las aguas amargas y este trozo de madera representaba la cruz de Cristo, que es una cruz sanadora. Así como Moisés recibió una visión de aquel madero y echo el madero a las aguas amargas, nosotros también necesitamos recibir una visión del Cristo crucificado y aplicar la cruz de Cristo a nuestras circunstancias amargas, si llegamos a experimentar la muerte de Cristo en la esfera de la resurrección hará que nuestras circunstancias amargas se tornen dulces.
Como lo mencione anteriormente en la Biblia el número cuarenta significa prueba:
Deuteronomio 13:3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
PALABRA DE REFLEXION
Aprovechemos por lo tanto este tiempo de cuarentena para profundizar y escudriñar nuestro corazón, seamos honestos y reconozcamos que nos hemos olvidado de Dios, le hemos abandonado y le hemos sustituido con muchas cosas, aprendamos las lecciones del pueblo de Israel en el desierto, lo que Dios desea es llegar a ser «el todo para nosotros», pidámosle en oracion un corazón que le ame profundamente para así poder cumplir con su principal mandamiento.
Marcos 12:30: de amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.