Quizá la mayoría de los creyentes estamos familiarizados con la historia de Job, sabemos que era un hombre que en cuanto a su carácter era perfecto y recto y en cuanto a su ética, poseía un nivel muy elevado de integridad.
A tal grado que Job aun santificaba a sus hijos y ofrecía holocaustos por si pecaban.
Sin embargo la perfección, rectitud e integridad de Job eran vanas a los ojos de Dios, porque provenían de su hombre natural, de su propio esfuerzo y voluntad.
Dios permitió que Job pasara por una serie de tribulaciones y quebrantamientos para demostrarle que su pecado era el orgullo de su perfección y que necesitaba que Dios se forjara en su ser.
Dios permitió que Job fuera despojado de sus logros, sus éxitos, su ética, su perfección, su rectitud y que fuese consumido a fin de demolerlo para después reedificarlo.
Su verdadera intención era hacer de él un hombre renovado, en pocas palabras hacer de este varón un “hombre de Dios”.
La experiencia de Job de ser consumido y despojado en el Antiguo Testamento fue muy diferente a la experiencia de Pablo en el Nuevo Testamento.
Dios primero despojó a Job de sus posesiones después le consumió con una plaga en su cuerpo y como resultado de esto Job se irritó al punto de maldecir el día de su nacimiento.
En contraste Pablo no era estrecho pese a estar oprimido en todo aspecto, a diferencia Pablo no maldijo sino por el contrario dijo que prefería vivir antes que morir, porque para él “el vivir era Cristo”.
A Pablo no le importaba vivir o morir, lo único que le importaba era magnificar a Cristo.
Job se vindicó a sí mismo delante de sus amigos, presentó sus reclamos, desafió a Dios, culpó a sus amigos, se justificó a sí mismo y concluyó diciendo que aborrecía la vida y deseaba morir.
Esto demuestra claramente que Job estaba completamente en conformidad con el concepto humano y ético del hombre caído, estaba completamente sumido en oscuridad y en la vanidad de ética humana.
La intención de Dios no era juzgarlo sino era reedificarlo por lo tanto había que desarraigar el árbol de su propia integridad para poder sembrarse en el y hacer su hogar en su corazón.
A Job le parecía que según su propia conciencia, él no había hecho nada para merecer ese trato por lo tanto él deseaba indagar con respecto a la situación y sus tres amigos insistían en que sus sufrimientos eran porque él había hecho algo errado, había quebrantado la ley y que por esa razón estaba baja el juicio y la ira de Dios.
Como resultado de ello Dios intervino a fin de condenar a los tras amigos y para vindicar a Job.
En el capítulo 42 versículo 5, Job responde a Dios, después de haber comprendido la intención de Dios al quebrantarlo
“De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven”.
Ver a dios equivale a ganar a Dios, es recibirle y dejar que el crezca en nuestro corazón, ver a Dios nos transforma.
Cuanto más veamos a Dios, en todas las circunstancias de nuestra vida diaria, más le conoceremos y más le amaremos.
Ser transformado significa que el elemento de Dios es añadido a nuestro ser de tal manera que podamos magnificarle llevando su imagen y señorío aquí en la tierra.
Necesitamos la integridad y la ética más elevada que proviene de Dios y no de nuestro propio esfuerzo.
A continuación les comparto las palabras de una amiga que toco mi corazón después de haber experimentado el terror de su familia al ser infectado un miembro de su familia por el virus COVID 19
¡Mi corazón, mi mente y mi alma no dejara de agradecer, amar y alabar a Dios pues siempre y en todo momentos se manifiesta con amor, protección y provisión a nuestras vidas!
Este año 2020 he visto como Dios realmente actúa
Dios es así, es bueno y siempre fiel, me aferré a sus promesas, leí salmos, oré para que se disiparan lo pensamientos de paranoia y angustia, al principio , dormí con cubre bocas y guantes y la botella de alcohol un lado, todo limpiaba y rociaba, escuchaba a mi mamá librar la batalla contra la enfermedad, fueron noches horribles, sin embargo Dios me dio fuerzas y fue su misericordia quien actuó en todo momento, desde hace 10 años he visto a Dios actuando a favor de quienes lo aman y lo buscan pero hoy fue una experiencia más consciente y hermosa ver como actuó en medio de las estadísticas, de las noticias, del miedo y de todo lo que escuchas y ves alrededor.
Al escuchar su experiencia le dije que su historia me hizo recordar un versículo de la biblia.
Job 42:5
De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
Recordemos que cada experiencia que vivimos es una oportunidad para VER y conocer de una manera más profunda a Dios, probablemente teníamos un conocimiento meramente doctrinal pero Dios desea forjarse en nuestro interior, en nuestra mente, en nuestro temperamento, en nuestro carácter, en nuestra integridad, en nuestra alma, en nuestras emociones y en nuestra voluntad de tal manera que él pueda reflejarse a otros desde nuestro ser interior, esto sería equivalente a magnificarle, exaltarle en nuestra manera de vivir.