En el año 1863 el Presidente Abraham Lincoln declaró como festividad oficial en el calendario estadounidense, la celebración del día de acción de gracias como resultado de una catarsis en su propia vida, siendo realmente conmovedor el énfasis que hizo en el arrepentimiento nacional.
A medida que fue avanzando la guerra Lincoln se fue impregnando cada vez más de una sensación de impulso divino a pesar de no pertenecer ningún grupo religioso y dejando muy claro que la destrucción de la esclavitud no era su último objetivo, sino preservar la unión.
Dentro de este contexto enfatizó
1. El año que se acerca a su fin ha estado lleno de la bendición de los campos fructíferos y cielos saludables. A estas bondades, que se disfrutan tan constantemente y que somos propensos a olvidar la fuente de la que provienen, se han añadido otras de naturaleza tan extraordinaria (refiriéndose a la guerra civil) que no han podido penetrar y ablandar incluso el corazón que es habitualmente insensible a la siempre vigilante providencia de dios todopoderoso.
2. Y les recomiendo que mientras ofrecen las asignaciones que se le deben justamente por tan singulares liberaciones y bendiciones, ellos también, con humilde penitencia por nuestra perversidad y desobediencia nacional, encomienden a su tierno cuidado a todos aquellos que se han convertido en viudas, huérfanos, dolientes o sufridores en la lamentable lucha civil en la que estamos inevitablemente involucrados, e imploramos fervientemente la interposición de la mano todopoderosa para sanar las heridas de la nación y restaurarla, tan pronto como sea consistente con los propósitos divinos, para el pleno disfrute de la paz, la armonía, la tranquilidad y la unión.
En resumidas cuentas lo sorprendente en esta declaración y que no deja de conmoverme es la sensibilidad del mandatario para volver su corazón a Dios en un momento en el que reconoce la perversidad y desobediencia del hombre para con Dios, exhortando a la nación a agradecer primeramente por todas las bendiciones recibidas como era ya costumbre y a arrepentirse por el pecado de la esclavitud y a hacer peticiones intercediendo por aquellos que habían sufrido la pérdida de un ser querido.
2020 es sin lugar a dudas un año de catarsis para nosotros, en lo personal si quiero agradecer a Dios primeramente por darme el privilegio de despertar cada día , por proveer el pan para mi familia , por el trabajo, por la salud, por su cuidado amoroso, me arrepiento del pecado de la soberbia y por la vana manera de vivir, me arrepiento de no agradecer cada día el aire que respiro, de no agradecer la libertad que tengo para salir sin miedo, me arrepiento de dar por hecho que puedo disponer todo el tiempo de la presencia de aquellos que amo y son importantes para mí , me arrepiento de no haber demostrado mi afecto muchas veces, me arrepiento de haber juzgado a otros y de haberme olvidado de dios y de haberle sustituido por otras cosas que simplemente me entretuvieron.
Oro e intercedo por aquellos que perdieron a familiares y amigos ante este amenazante virus y que en un abrir y cerrar de ojos cambio su vida para siempre, le pido a Dios que les fortalezca con poder de lo alto para poder continuar sin perder la fe.
Oro por nuestros gobernantes para que sean hombres genuinos y auténticos que sean amadores de Dios antes que de sí mismos, y que busquen la restauración, la justicia, la paz, la armonía, la tranquilidad y la unión de los hombres.
Deseo que este mensaje dado por Abraham Lincoln toque nuestros corazones y nos haga conscientes de que todos somos responsables ante Dios y cumplamos su deseo de representarle dignamente con su autoridad y señorío.
!Feliz dia de Accion de Gracias!