El jueves 26 de noviembre, mientras Estados Unidos celebraba el día de Acción de Gracias, el Keren  Kayemet LeIsrael, la Embajada de Israel en México, por medio del excelentísimo embajador Zvi Tal, y representantes de las más importantes organizaciones de la Comunidad Judía en México, así como, pastores amigos y muy cercanos de nuestro querido padre, junto con la Comunidad Evangélica  Patmos, nos dimos cita en la Finca Patmos, para juntos agradecer a Dios por la vida de nuestro padre. 

Les confesamos algo, el anhelo de nuestro padre siempre fue que “el representante de Israel”, (como  con mucho respeto se expresaba del embajador), visitara la finca Patmos. ¡Cuánta alegría le hubiera causado esta visita! 

Sinceramente, agradecemos la presencia del pastor Andrés Castelazo, pastor personal de nuestro  padre, y pastor general de la iglesia Sólo Cristo Salva, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; de su amigo, el pastor Aarón Cortés, Presidente y Pastor general de la Iglesia ICIAR y, el pastor Saúl Arteaga  presidente de las Iglesias ICIPAR. 

También, agradecemos por honrarnos con su distinguida presencia a los miembros de organismos  de la comunidad judía como, el Señor Nissim Shasho, Moisés Mitrani, Rebeca Mischne, Patricia Katz, Nadab Goren, así mismo, escuchamos emotivos mensajes enviados por Yad Vashem México y Yad  Vashem Jerusalén, y del Señor Marcos Shabot, Presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México y Mauricio Eichner presidente del Consejo Sionista en México.

Este tributo a la memoria de nuestro padre, nos muestra lo valioso de su labor que realizó sólo por amor, a favor de Israel y de la Iglesia Evangélica; y, nos hace sentir orgullosas de la fe y sincera  convicción que nuestro padre tuvo por la causa de su Salvador, Sion e Israel. 

Para nosotras como familia nos es muy difícil, continuar con todo su legado, pero nos esforzaremos  por continuarlo. 

Papá  

Que el olivo plantado en su honor, arraigue y fructifique mucho como todas las obras que hizo a  favor de Israel. ¡Su nombre ya está escrito en letras de oro en Jerusalén, como usted lo soñó y, por  supuesto en el cielo! 

Gracias al Dios Eterno por habernos dado a un hombre que amo, lo que Él ama, a la Iglesia e Israel…

Familia García Zamora