Es muy difícil solucionar los problemas que no nos conciernen. Si percibimos un problema como lejano a nosotros o que no es nuestro, difícilmente encontraremos la posibilidad de repararlo. El poder de cambiar o poner límites sólo se da a partir del reconocimiento que la situación o la relación nos están afectando directamente y que debemos hacer algo al respecto.

Rita lleva meses escuchando los problemas, las quejas y las fuertes discusiones que tiene su marido, Oscar, con su socio, sus hermanos, y sus clientes. La carga emocional que él trae a la casa es muy grande y la impotencia de su mujer aún mayor ya que a pesar de que ella escucha con atención no puede hacer nada para solucionar los conflictos.

Las mejores recetas de la vida se logran después de haber cocinado con la realidad.

Rita entiende claramente que las dificultades de su esposo son entre él y su socio con lo cual siente que no es un problema suyo y que no debe intervenir, pero no se da cuenta como la están afectando. Oscar llega a la casa angustiado, malhumorado y tensionado, lo cual cambia la dinámica familiar. Rita siente inseguridad y miedo por la situación económica, y su estrés emocional es tan grande que le ocasionó severos dolores de cabeza, falta de apetito, problemas de tiroides, irritabilidad con sus hijos y falta de paciencia para trabajar en lo suyo. Cuando fue a visitar al médico, este le dijo que el estrés la está desgastando tanto que puede llegar a afectarla permanentemente.

Cuando Rita escuchó las palabras del doctor se soltó a llorar ya que sintió que además de cargar con los problemas de su marido, ahora también tendría que lidiar con problemas de salud. Su hermana que siempre está a su lado cuando ella la necesita, le comentó con cariño, «Querida Rita, el día que veas que los problemas de tu esposo también son tuyos y que tú puedes cambiar la dinámica de la casa, el día que dejes de cargar lo que no te corresponde y veas que hay cosas que puedes hacer, ese día te vas a sentir mejor y dejarás de sufrir y de enfermarte tanto».

Cuando reconocemos que hay una parte de los problemas que nos afectan entonces nos damos cuenta que hay algo que se puede hacer por ellos

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Para salir adelante

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INGREDIENTES

  • 2 piezas de aceptación
  • 1 vaina de fortaleza
  • 1 manojo de esfuerzo
  • 1 copita de deseo de dejar de sufrir
  • 2 cucharadas grandes de circunstancias reales

RECOMENDACIÓN DEL CHEF

La aceptacion es una respuesta sana para resolver los retos de la vida

MODO DE PREPARACIÓN

  1. Cuando uno puede aceptar que tiene un problema; que la relación, la situación o el lugar donde se encuentra es incómodo, entonces está dispuesto a hacer los cambios necesarios. Sólo es posible cambiar cuando se admite que algo no funciona. La aceptación trae fortaleza, claridad y energía para poder tomar decisiones. Reconocer el problema otorga el poder y la responsabilidad para poderlo resolver.
  2. Aceptar no significa aprobar o resignarse. Sólo quiere decir que uno está dispuesto a buscar una solución para dejar de sufrir. Es importante reconocer que las circunstancias no son siempre como uno quisiera. Poder afrontar la realidad objetivamente a pesar de los propios sentimientos evita caer en la negación y la resistencia que llevan a que los problemas sean más intensos, más pesados y más difíciles de sobrellevar.
  3. Entre más rápida sea la aceptación de los problemas el cambio será más factible, más rápido y la visión de la realidad, más acertada. Cuando se puede ver la verdad, hay un mayor crecimiento personal, es posible redirigir la conducta, los eventos y la vida toma un sabor más auténtico.

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Prestigiosa columnista internacional en más de 10 periódicos y revistas que se publican y distribuyen desde Nueva York hasta Argentina Con su famosa columna Recetas para la Vida©. Ganadora por tres años consecutivos del premio de excelencia en periodismo del San Diego Journal Club.