Ambas parecidas en función, distintas en su esencia; Mientras la primera es un acto de educación, un hábito automático y una costumbre socialmente esperada, la segunda es un estado de reconocimiento, humildad y aprecio.

Dar las gracias, muchas veces no quiere decir nada, simplemente es una respuesta automática, en ocasiones falsa y vacía.

Agradecer una acción mucho más gratificante que el recibir, conecta y llena de luz saber agradecer es un privilegio de las almas sensibles

Expresar agradecimiento, en cambio va mucho más allá de pronunciar la palabra mágica «gracias» es valorar y apreciar lo se ha recibido ya sea en acciones, palabras o regalos. La gratitud es el reconocimiento de que la vida no le debe nada a nadie, es valorar lo que todo lo que se tiene, comenzando por la vida misma.

La gratitud abre el corazón, crea conexiones legítimas con el mundo y fortalece las relaciones. Sentir gratitud, no depende de lo que uno tiene, ni lo que se recibe, tiene que ver más con la percepción y el grado de satisfacción que cada persona pueda tener de sí mismo y su medio. Es poder ver la belleza y la bondad, reconocer el bien y valorar a pesar de todo lo que no se tiene. En realidad difícilmente dejamos de dar las gracias, pero ¿cuántas veces realmente nos sentimos agradecidos?

Luis pidió un regalo que su mamá no le podía dar, él quería una fiesta como la de su primo; esta petición era algo complicada y costosa, realmente Elisa su madre, no podía, ni tenía como darle. Ella divorciada, no recibía ayuda, se sentía abrumada por la responsabilidad económica y la soledad, las presiones por traer comida, techo y educación a sus hijos no la dejaban pensar en nada más.

En una reunión familiar de forma espontánea Elisa platicaba como su hijo le pedía su celebración, pronto las lágrimas escurrían por sus mejillas, la frustración y la impotencia de no poder darle a su hijo lo que el de corazón le pedía.

Sin planearlo, ni consultarlo los primos de Elisa se organizaron y ayudaron a que el niño tuviera lo que había pedido, por supuesto que Luis y su Madre estaban impactados, muchas veces dieron las gracias, con emoción repetían la palabra gracias y más gracias.

Curiosamente la verdadera gratitud de esta historia no se encuentra en las palabras ni en la sonrisa del niño cuando le dieron lo que pedía, tampoco en la cara de la mamá cuando vio cómo su hijo recibía su regalo, aquí, el agradecimiento más profundo, fue el de los primos que abrieron su corazón y con sus posibilidades, (personas con pocos recursos económicos) tuvieron la oportunidad de ayudar, de reconocer y de agradecer todo lo que ellos habían recibido, el poder, en esta ocasión, dar con amor y sin pedir nada a cambio, tan solo la posibilidad de ayudar con cariño a alguien que lo pedía, una posición que ellos entendían mejor que nadie.

Como es la vida, se puede agradecer mucho más cuando se da, que cuando se recibe; que realidad tan complicada.

La receta

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Gratitud y Agradecimiento

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Ingredientes

  • 2 manojos de reconocimiento; aceptar que cosas no llegan solas, ni somos únicos
  • 2 cucharadas de agradecimiento; actitud de humildad, sinceridad y aprecio
  • 7 ramitas de acciones positivas; detalles concretos que expresan el sentir interno
  • 1 taza de honestidad; espontaneidad, compromiso interno apertura del corazón
  • 1 cucharadita de generosidad; abundancia de acciones, intenciones y bondad personal
  • 1 pizca de fe; poder subir los ojos y saber reconocer la inmensidad y la abundancia

Recomendación del chef

Hoy es un buen día para comenzar sentirse agradecido, no lo hagas por los demás, recuerda que la satisfacción que tú ganas no tiene precio. Decir Gracias, es uno de los más simples y más poderosos rezos que una persona puede decir.

Modo de preparación

  1. La gratitud nutre el corazón y la esencia del ser; Convierte a la persona en un individuo noble y satisfecho ya que cuando se es capaz de agradecer y reconocer lo que se tiene se puede ver claramente la bondad y la belleza que le rodea. La gratitud no puede coexistir con la arrogancia, el resentimiento y el egoísmo.
  2. Son los detalles concretos, las acciones que inspiran y forjan el sentimiento de agradecimiento. Las oportunidades para agradecer se multiplican en el momento que estas se generan, reconocer lo bueno que hay es solo un reflejo de lo bueno que a uno le pertenece, entre más reconozco más tengo.
  3. Una persona que agradece y valora a los demás nunca se encuentra sola. Un corazón lleno de gratitud, conoce el verdadero secreto de la paz, la felicidad y el bienestar. La gratitud afirma, transforma, y diluye hasta las carencias.