La verdad es que todo cambia en la vida, lo que hoy es… quizá mañana no tenga sentido, las cosas, así como las personas y las circunstancias, son transitorias; en casos afortunados las personas prosperan y siguen su camino, en otros… tristemente se paralizan y se dejan caer; muchas veces al punto que es imposible volver a levantarse por si mismos. Así, la persona que parecía tener todo para triunfar no lo hace y la persona que nunca pudo brillar lo puede hacer.

El fracaso mas grande que se puede tener es el de entregar tu valor y tu responsabilidad a otro evitando tener la responsabilidad para enfrentar sus problemas y maximizar tus propias potencialidades

Curiosas son las paradojas se presentan; ¿Por qué sucede esto? ¿De que depende? A veces, personas que sobresalen y tienen grandes expectativas, caen en relaciones dañinas o dominantes, se consumen por malas decisiones o por acciones equivocadas que paulatinamente hace que vallan perdiendo parte de su esencia, se dejan caer y dominar por las circunstancias y algunas personas que los rodean.

Es así como estas personas que en un momento tenían la esperanza de triunfar con el tiempo comienzan a ceder su gran ímpetu y otorgan su poder a otros, dejando de hacer todo aquello que se creían capaces de lograr.

Si hubiéramos apostado al mejor gallo de la universidad, es decir al alumno más simpático, carismático, movido y con mayores aspiraciones del grupo, seguramente hubiéramos perdido. Eduardo, contaba con todas esas cualidades y más, era la luz de su familia y el alma de las fiestas, sin querer tuvo la gran fortuna de casarse con una mujer que en poco tiempo lo destruyo.

Él se casó con una mujer dominante, ella estaba segura que el éxito de Eduardo seria tan grande, que ella viviría llena de lujos y viajes, ella sentía que él todo lo podía, decidió que la familia de su marido igual que sus amistades no eran necesarios para que su esposos pudiera lograr y asegurar sus propósitos, ni siquiera creía que su familia era importante para obtener para el bienestar de la pareja. Gradualmente y casi sin darse cuenta, Eduardo le fue cediendo el poder a su esposa; quizás por evitar peleas o simplemente por mantener la paz en su hogar.

Sorprendentemente las cosas en el trabajo se complicaron, su esposa incrementó la presión, las demandas y las criticas. Lejos de ayudarlo, Eduardo comenzó a hundirse más, sufriendo de una gran perdida en su negocio. Económicamente ya no es lo que él se sentía, por no contar con el apoyo de sus padres y de sus amigos, se siente perdido, por lo que se aferra a su mujer. lo que hace que el cada día se sienta más pequeño y menos eficiente dependiendo de su mujer para todo.

Él vive como enojado, angustiado por no poder volverse a levantar; desesperado porque tiene relaciones tormentosas, distante de sus familia, con escasos amigos. Su esposa por otro lado en lugar de sentirse feliz que su esposo depende de ella esta enojada, amenaza constantemente que lo va a dejar ya que todo lo que antes brillaba, hoy en día son pérdidas, fracasos y grandes problemas.

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Recuperando el Poder

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INGREDIENTES

  • 3 tazas de aceptación
  • 2 cubitos de responsabilidad
  • 1 paquete de perspectiva fresca
  • 1 rebanada de fortaleza
  • 1 cucharada de fe y esperanza
  • 1 pedazo de creatividad
  • 1 cucharada de sentido de la vida

RECOMENDACIÓN DEL CHEF

MODO DE PREPARACIÓN

1. Es fácil ceder tu poder cuando no sientes valor por ti mismo. La persona que se siente oprimida, vencida y derrotada, no tiene lugar para desarrollar su creatividad ni tampoco tiene la oportunidad de sentir fe. Cuando no hay futuro, se pierde la motivación para vivir, la persona se torna en un esclavo de su propia vida.

2. Para retomar el poder, se debe reconocer el lugar donde se encuentra. Hay que entender de fondo el problema y aceptar que la situación que esta viviendo es dañina y peligrosa; A pesar de que uno se pueda sentir atrapado, cree no tener alternativas y está paralizado por el miedo y el dolor. Crea entonces excusas y se convence a si mismo que no puede hacer nada al respecto. ¡Siempre hay una mejor opción!

3. Para truinfar hay que saberse levantar. Si no te caes nunca, tampoco sabrás tocar fondo mucho menos sabrías levantarte y salir adelante. La vida consiste en crecimiento, movimiento y progreso, si no aprendemos a arriesgarnos, tampoco sabernos como disfrutar del éxito. Desarrollar el valor y la confianza no implica dejar de tomar riesgos para poder progresar.