El papa Francisco regresa esta semana a la históricamente católica Latinoamérica, región que alberga a cerca del 40 % de fieles en el mundo a esa religión, pero cuya identificación con esa creencia ha bajado progresivamente, mientras toman fuerza iglesias como la pentecostal y los agnósticos y ateos.

Aunque durante la mayor parte del siglo XX un 90 % de los latinoamericanos era católico, ese porcentaje llega ahora al 69 % y se prevé que siga bajando.

«La Iglesia católica ha perdido millones de fieles en la región, principalmente ante la pentecostal. Y la razón principal de la elección del primer papa latinoamericano fue esa competencia», aseguró a Efe Andrew Chesnut, experto en Religión de América Latina y profesor de la Universidad de Virginia Commonwealth, al comentar sobre la visita del sumo pontífice esta semana a Colombia.

Se calcula que 9 millones de brasileños han dejado el catolicismo desde 2014 -un año después del inicio del pontificado de Francisco-, y el porcentaje de creyentes bajó al 50 %, mientras el de evangélicos creció al 29 %, según el Instituto Datafolha.

«Y mi previsión es que Brasil, con la mayor población católica del mundo, ya no será de mayoría católica para el 2030», añadió Chesnut.

De todas formas, el gigante suramericano mantiene el mayor número de católicos bautizados del mundo, con 172,2 millones, indica el Anuario Pontificio 2017, de la Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia.

México está en segundo lugar, con 110,9 millones de bautizados, 85 % de su población, pero la cifra de los que profesan esa religión también ha caído desde los setenta, cuando era 96,2 %,mientras se fortalece la fe protestante, evangélica o pentecostal (7,46 %) y un 4,68 % dice no seguir ninguna creencia.

Colombia, al que el papa Francisco llegará este miércoles, es el séptimo país del mundo con más bautizados en esta fe, con 45,3 millones, aunque ha crecido notablemente la influencia de la religión evangélica.

 Y le sigue Argentina, décimo país del mundo con mayor número de católicos bautizados (40,8 millones).

 

El Centro de Investigaciones Pew, con sede en Washington, considera que la tendencia a la conversión a otras religiones avanza rápidamente.

En el informe «Religión en América Latina, cambio generalizado en una región históricamente católica», el centro Pew menciona que los países con mayor porcentaje de población católica son Paraguay (89 %), México (81 %), Colombia (79 %), Ecuador (79 %) y Bolivia (77 %). Y en el otro extremo ubica a Honduras y Uruguay.

Sin embargo, «muchos latinoamericanos se han unido a iglesias evangélicas protestantes o han rechazado la religión organizada», señala la institución.

Así, en Ecuador, un 11 % dice ser evangélico pese a haber sido criado como católico y la cifra de agnósticos y ateos bordea el 8 %.

Y en Paraguay, datos oficiales muestran que también se practica el islam y el judaísmo; mientras Bolivia mantiene un alto porcentaje de población católica (77 %) y una representativa comunidad de cristianos no católicos (22 %).

En Perú también bajó la cifra de católicos, de 92,7 % a 76 % entre 1993 y 2014, mientras otras iglesias cristianas pasaron de 6,1 % al 15 %.

En la lista de mayoría católica siguen Venezuela, con unos 25 millones de fieles, y Panamá, elegida como sede de la Jornada Mundial de la Juventud en 2019 y que tiene más de 2 millones de creyentes.

En el caso de Chile, que será visitado en enero por el papa, además de fortalecerse la religión evangélica, el agnosticismo y ateísmo, han aumentado las críticas a la postura conservadora católica respecto al aborto y el matrimonio homosexual.

El catolicismo ha dejado de ser también la religión dominante en buena parte de Centroamérica, según un análisis de 2016 del Instituto Español de Estudios Estratégicos.

Así, en Guatemala casi 50 % profesa la religión católica, 40 % es protestante y un 11 % se declara ateo o agnóstico.

En El Salvador, el porcentaje de católicos pasó de 67,9 % en 1995 a 47 % en 2016 y el protestantismo llegó al 41 %. Y la población católica de Nicaragua descendió de 90 % a 49,6 % en últimos 25 años, mientras la de evangélicos pasó de 4 % en 1991 a 33,9 %.

 Entre los costarricenses hay 69,7 % de creyentes católicos, pero con una tendencia a la baja, pues en 2013 era 72,8 %. Esto se repite en República Dominicana, con 57 % de católicos.

En los últimos lugares están Honduras y Uruguay. En 2008 el 85 % de los hondureños era católico, cifra que se redujo a cerca de 50 % en 2016, mientras los protestantes pasaron de 10 % a 38 %.

Uruguay, considerado el país más laico de América Latina, tiene el menor porcentaje de católicos de la región (42 %) y la mayor tasa de ateos y agnósticos (38 %).

«La Iglesia seguirá perdiendo fieles e influencia política», pronostica Chesnut, al agregar que aún no hay una muestra concreta de que el papa argentino esté frenando ese éxodo.