Principio de año está siempre lleno de nuevos propósitos, existe siempre un anhelo en nuestro interior de lograr o alcanzar aquello no obtuvimos en el pasado, tal vez exista un deseo inconsciente en nuestro interior alineado a la voluntad de Dios mismo de tener un nuevo comienzo.
Dios desea que la nueva creación, sus hijos regenerados y transformados se manifiesten gloriosamente en la tierra, es decir que la creación misma llegue a ser testigo de la obra interior maravillosa que el Espíritu lleva a cabo en el interior del hombre de tal manera que este llegue a ser la expresión total del Dios creador en el universo.
CARACTERISTICAS DEL NUEVO HOMBRE
- Es alguien que ha terminado con el pasado.
2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
Podemos clasificar la totalidad de estos asuntos en cuatro categorías diferentes: 1) lo injusto, 2) lo impropio, 3) lo maligno e impuro, y 4) la antigua manera de vivir.
LO INJUSTO La palabra “injusto” se refiere a algo que no es recto, que no es legal. Todo lo que hemos obtenido en el pasado por medios injustos e ilegales; ya sea robar, estafar, tomar por la fuerza, meternos en lo que pertenece a otros, quedarnos con cosas que otros han perdido, no devolver cosas prestadas, y tener relaciones ilegítimas y tratos injustos hacia los demás; a todo este tipo de cosas injustas debemos ponerles fin.
LO IMPROPIO, asuntos o acciones en las que nos involucramos que son indecentes. Por ejemplo, los artículos usados para juegos de azar, embriagarse, fumar, leer novelas obscenas dichos actos aunque no son considerados injustos, si son prácticas inmorales e impropias. Así pues, además de dar fin a lo injusto, debemos también dar fin a todo lo que sea impropio en nuestras vidas.
LO MALIGNO E IMPURO, es todo aquello que se relaciona con la idolatría, como por ejemplo, ídolos e imágenes, escritos, objetos impuros tales como libros de horóscopos, amuletos, etc. adorar a los antepasados, adivinación, leer el futuro, etc. Estas cosas son ciertamente intolerables para la vida divina que está en nosotros.
LA ANTIGUA MANERA DE VIVIR. Aquí se refiere a la forma en que solíamos vivir ¿qué significa para nosotros terminar con nuestra antigua manera de vivir e iniciar una nueva vida? No significa que una persona, después de ser salva y regenerada, debe cambiar de oficio, o debe abandonar la escuela, abandonar su negocio. Dar fin a la antigua manera de vivir significa que una persona regenerada puede continuar con su profesión original, siempre y cuando ésta sea apropiada, pero que su gusto ya no es el mismo, y su estado de ánimo y sentir hacia su ocupación anterior también ha cambiado. Después de la regeneración, al entrar la vida de Dios en dicha persona, lo que le gustaba se ha vuelto insípido, sus antiguas inclinaciones y preferencias han cambiado y hasta sus sentimientos han cambiado. Incluso tiene un gusto distinto por sus alimentos, su ropa y sus necesidades cotidianas.
La antigua manera de vivir está siempre acechándonos, esperando la oportunidad de poder ejercer su influencia, cosas tales como: bromear con el afán de herir los sentimientos de otros, decir palabras ofensivas e insultantes. Debemos estar alertas para no ser afectados por esta antigua manera de vivir de las personas mundanas. Y debemos desarrollar una nueva manera de vivir, una manera de vivir en el espíritu.
Cuando nuestra antigua manera de vivir termine, nuestra ambición e interés por el mundo sufrirá un cambio, nuestra evaluación y puntos de vista respecto de las personas y todos los asuntos humanos experimentarán una transformación, y nuestro propósito en la vida ya no será el mismo. Así pues, huimos de toda ansiedad, dejamos atrás todas nuestras cargas y corremos la carrera que tenemos por delante en el camino del Señor.
VESTIRSE DEL NUEVO HOMBRE Efesios 4:24
y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.
Vestirse del nuevo hombre significa que hemos sido creados según Dios en la justicia al estar bien con Dios y con los hombres y en santidad se refiere al aspecto de llevar una vida como la del Señor Jesús.
Una vida como la que se menciona en Efesios 4:25-32
- Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
- Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
- El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
- Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
- Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
- Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
SIENDO IMITADORES COMO HIJOS Efesios 5:1-8
- Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó,
- Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
- Ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
- Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
- Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
- No seáis, pues, partícipes con ellos.
- Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.
Un buen propósito de año nuevo sería entonces “ANDAR EN NOVEDAD DE VIDA”
Romanos 6:4
Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Después del bautismo venimos a ser personas nuevas en resurrección. La resurrección no es solo un estado que está por venir, también es un proceso actual. Andar en novedad e vida significa vivir hoy en esta vida muriendo a la vieja manera de vivir, a los viejos hábitos que nos esclavizan y reinando en vida, gobernando sobre nosotros mismos, subyugando el pecado, todo lo que nos ata y que no nos permite avanzar.
No permita que su corazón continúe en su vida natural, cuando lea esta frase «novedad de vida». No es su vida reformada, sino que es es totalmente una nueva experiencia, la de ser lleno de la verdadera vida por primera vez, es una realidad espiritual interna de la salvación de Dios, que se manifiesta externamente y que es visible a los demas. Es la gran y nueva experiencia de: Estar vivos para Dios en Cristo.