Para fortalecer el Estado de Derecho en México, la Iglesia católica se comprometió a fundar en los próximos 15 años centros de derechos humanos en las comunidades cristianas.
En su Proyecto Global Pastoral 2031-2033, que hoy se hizo público, los Obispos del País acordaron crear proyectos pastorales encaminados a ayudar a jóvenes en riesgo de violencia, narcotráfico, prostitución y trata de personas.Por ello, para construir la paz en territorio nacional, colaborarán con la sociedad civil y con organismos nacionales e internacionales.
En el documento, los lideres religiosos determinaron la creación de centros de escucha y atención a víctimas de la violencia.
También acompañarán a los grupos vulnerables de migrantes, mujeres violentadas, indigentes, damnificados por los sismos, jóvenes en situaciones de riesgo, enfermos y presos.
La Iglesia católica se asume como incluyente y abierta, señala el proyecto, para recibir con misericordia, a esposos vueltos a casar, homosexuales, madres solteras, indigentes y ancianos.
Los líderes religiosos determinaron acompañar y defender los derechos de los migrantes que transiten o vivan en territorio nacional.
Así como asumir la responsabilidad de apoyar las causas indígenas en el cuidado y protección de sus riquezas naturales, de su territorio y su cultura.
«En un mundo que lucha por reconocer los derechos humanos en diversos campos, nos corresponde reconocer y apoyar los derechos de los fieles laicos en la misión de la Iglesia, como personas que gozan de su mayoría de edad.
«Especial atención merece valorar y promover la imprescindible presencia de la mujer en la vida eclesial, su enorme aporte en la evangelización de las familias y su apoyo constante en la catequesis de nuestras comunidades», se lee en el documento escrito por los Obispos.
El texto fue redactado después de las múltiples reuniones de escucha, trabajo, articulación y discernimiento de más de 100 Obispos reunidos en la 105 Asamblea Plenaria del de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).