El coronavirus está teniendo un impacto de gran alcance en la vida de todos nosotros. Muchos estamos preocupados por nuestra salud y la salud de nuestros seres queridos. Oficinas están cerrando, las personas se están poniendo en cuarentena voluntaria y nadie sabe exactamente qué es lo que va a suceder. Mucho ha cambiado en corto tiempo.

¡Pero nuestro Dios no ha cambiado! Una de las grandes verdades del evangelio es que «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por siempre» (Hebreos 13:8). Y Él nos dijo «No se preocupen por su vida», más bien «buscar el reino de Dios y su justicia» (Mateo 6).

Eso ciertamente no es fácil. Necesitamos la gracia de Dios. Y, como tantas veces, podemos aprender mucho de la fe, fortaleza y perseverancia de la iglesia perseguida. ¡Las personas quienes son perseguidas por su fe y aun así ven la esperanza de Cristo en medio de todo!

Aquí hay algunas lecciones de nuestras hermanas y hermanos perseguidos durante estos tiempos de incertidumbre:

1. PERTENECEMOS A UNA FAMILIA QUE SE AYUDA UNO A OTRO

En Juan 17, Jesús ora por sus seguidores – no solo aquellos a los que les estaba hablando en ese momento, si no por todos aquellos que seguirán a Dios en el futuro: «Oró también por aquellos quienes van a creer en mí a través del mensaje [Mis discípulos], que todos ellos sean uno, Padre, así como Tú lo eres en Mi y Yo soy en Ti. Que también ellos están en nosotros para que el mundo pueda creer que tu me has enviado».

Jesús quiere que Su iglesia sea unificada – que sean una familia mundial de Dios. Esta realidad se lleva a cabo en los cristianos perseguidos alrededor del mundo. Rikiya, en el norte de Nigeria, no tenia nada después de que Boko Haram atacaron su aldea. Los micropréstamos de Puertas Abiertas significan que ella puede volver a ponerse de pie – y ella reconoce la necesidad de apoyo de sus hermanos y hermanas» «Ustedes son los que me trajeron esperanza y sanidad», dijo Rikiya. «Honestamente, si no fuera por el préstamo que recibí para criar estas abras, no se que hubiera hecho».

2. NO ESTAMOS SOLOS

La mayoría de nosotros estaremos practicando algún tipo de aislamiento social. Pero el aislamiento en medio de la pandemia no significa que estemos solos. Al contrario, tenemos una ‘gran nube de testigos’ (Hebreos 12:1), aquí en la tierra y aquellos que han pasado antes que nosotros.

Eun Hye* escapó persecución en Corea del Norte – su adoración tenía que ser hecha por ella sola y en gran secreto. Cuando finalmente llegó a un lugar seguro, fue profundamente tocada por las oraciones de los que apoyan a Puertas Abiertas alrededor del mundo. «No tenía idea de que tantas personas estaban orando por nosotros», dice ella. «Esas oraciones son realmente importantes. Van a llevar más gente a Jesucristo en Corea del Norte».

El saber que a nivel mundial hay una familia orando por cada uno puede también ser una gran fuente de aliento para todos nosotros.

3. DIOS NOS SOSTENDRÁ

En Hechos 17, Pablo le dice a las personas de Atenas que, «‘Por Él vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser’. Como algunos de sus propios poetas han dicho, ‘Somos Sus hijos». En Dios, tenemos nuestra seguridad – no en la salud, seguridad o comodidad. Dios promete que Él estará con nosotros – Él no promete que no sufriremos (¡todo lo contrario!), pero Él nos asegura que Él es más fuerte que nuestro sufrimiento y más poderoso que las cosas que tememos.

Kwate quedó viuda por un ataque a su aldea al norte de Nigeria. Boko Haram mató a su esposo – Kwate es una anciana, y cuidar su granja era difícil, ella se enfrentó con el aislamiento de su comunidad. Pero continuó alabando a Dios: «Él me libró y me ayuda en mi pequeña granja, dice ella. Sabemos que Dios es el que sostiene a las viudas (Salmo 146:9).

El ayudó a mantener a Kwate a través de un préstamo de Puertas Abiertas, gracias a su apoyo. El muestra el mismo amor por todos nosotros.

4. JESÚS HA VENCIDO AL MUNDO

En Juan 16:33, Jesús dice: «En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo». El habla de las escenas dramáticas en torno a su arresto, juicio y crucifixión. Pero Sus palabras aplican a cualquier incertidumbre y ansiedad enfrentada por sus seguidores hoy en dia.

Rohan* es un cristiano Indio del cual su iglesia fue deliberadamente incendiada en el 2018. Todo fue destruido. Pero Rohan no perdió la vista de la soberanía de Dios: «Nunca pensé en rendirme. Confíe en que Dios actuaría. Quería ver que Él me llevará un paso más allá en el ministerio. Mis compañeros que son pastores me animaban. Me recordaban que Dios es fiel a la iglesia perseguida».

Asociados de Puertas Abiertas animaban a Rohan y ofrecieron asistencia financiera. ¡Ahora el número de miembros de la iglesia de Rohan se ha duplicado! Incluso cuando la iglesia se quemó, ellos siguieron reuniéndose.

Confiaron en que la victoria de Jesús tiene consecuencias gloriosas no solo para la eternidad sino para este mundo también.

Podemos tener confianza y esperanza, no importa lo que pase. Aunque esto puede ser difícil de comprender en nuestra mente en vista de los tiempos actuales, solamente tenemos que ver al ejemplo de nuestra familia perseguida para ver este tipo de fe en acción.

5. A TRAVÉS DE JESÚS, SOMOS ‘MÁS QUE VENCEDORES’

En Romanos 8:35-37, Pablo escribe: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó».

Los cristianos que han sido perseguidos son incluso mayores recordatorios de esta realidad. Cristianos como Asia Bibi, quién fue liberada después de ocho años en el corredor de la muerte en Pakistán, bajo las duras leyes de blasfemia que tiene el país.

«Yo sabía que algún día iba a salir libre. Cuando mi padre vino a visitarme, él me dijo que había sido acusada en el nombre de Jesús – y yo le dijo que también sería liberada en el nombre de Jesús», dice A, quien ahora vive segura en Canadá.

6. DIOS ES NUESTRO REFUGIO, Y NUESTRA FORTALEZA

¿De donde viene nuestro socorro? el Salmo 121 dice, «Mi socorro viene del Señor, quien hizo los cielos y la tierra». Es por eso que tenemos confianza que, sea lo que sea que enfrentemos, seguiremos siendo sostenidos en la mano fuerte y poderosa de Dios, el Creador.

Los cristianos que viven alrededor del mundo oprimidos por su fe constantemente viven con este conocimiento. Sobrevivir bajo la amenaza constante sería imposible sin la constante garantía del Espíritu Santo de que Dios está allí para ayudar y fortalecer.

«Los Fariseos persiguieron a Jesús, pero aun así Él siguió adelante con Su trabajo», hace notar Lazar*, un líder de iglesia en Uzbekistán. Si iglesia fue allanada por la policía, quienes se llevaron las Biblias de la iglesia y los libros cristianos. «La tarde después del allanamiento, leí el Salmo 91. Dios es mi refugio y mi fortaleza. Puedo esconderme en Él. No quiero que el miedo me gobierne, porque eso no ayuda para nada».

7. DIOS ES DIGNO DE CONFIANZA Y NO ESTAMOS ABANDONADOS

Puede ser difícil ver dónde está Dios en los momentos como este. ¿Por qué no paró el virus para que no se expandiera? ¿Por qué no interviene para salvar cada una de las vidas? ¿Por qué está pasando esto?

Estas son preguntas difíciles. También no son preguntas nuevas; son el tipo de preguntas que han sido hechas desde el principio de los tiempos. Pero Dios está allí y está escuchando. Sus caminos no son nuestros caminos, pero podemos confirmar que El hará su perfecta voluntad, y que Él nos invita a participar en Su plan para el mundo.

Para los cristianos quienes han experimentado persecución, sufrir por Jesús puede hacer más fácil esta lección. Una y otra vez, escuchamos de creyentes de la iglesia perseguida que confían en Dios y en Su cuidado, cualquiera que sea el sufrimiento que están pasando. «Siempre estoy sorprendido por cómo Dios trabaja en formas misteriosas para responder a nuestras oraciones y cumplir con nuestras necesidades», explica Aditi*. Ella es una creyente de 16 años de India de la cual su familia experimentó persecución severa por seguir a Jesús. «Todo este tiempo, Dios quiere enseñarnos cómo confiar en Él, y ahora, al final, sabemos que el es digno de confianza. Él nunca nos abandonó o nos avergonzó».

Dios esta allí, incluso puede ser difícil ver Su mano. Podemos orar y pedirle a Dios que nos ayude a tener ojos para ver Su trabajo en nuestras vidas, incluso en medio de una pandemia global. Este tiempo de incertidumbre es una oportunidad de tener el valor de seguirlo. amar a nuestros vecinos y vivir por Él, sin importar lo que suceda.