No está de más, de vez en cuando, regresar al inicio para poder contemplar la maravilla de la que hoy tu y yo somos parte: un hermoso conjunto de pinceladas que dan vida a una gigantesca y extraordinaria creación.

En Génesis 1, podemos leer cómo fue conformada esta tierra, todo lo que habita en ella y lo que florece en ella. Lo que conocemos y aun lo que nuestros ojos no han visto.

Es increíble también contemplar y estudiar las ideas humanas que sean creado a partir de este hecho: la tierra fue formada.

En lo personal, creo en lo que esta escrito en la Biblia y aunque este capitulo lo puedes leer en minutos, creo que a Dios le costo (& no por el hecho que haya sido difícil para él, sino porque sabia que era una gran obra de arte) creatividad, tiempo y quizá esfuerzo para crear cada planta, cada animal, cada fruta y verdura, el cielo, la tierra, continentes. Montañas y valles, desiertos y junglas… todo.

Tomo 6 días (quién sabe a que se refiera eso, quizá literal quizá años) para formar todo lo que hoy podemos contemplar.

¿Pintas? ¿Creas canciones? ¿Tocas algún instrumento? ¿Haces escultura? ¿Reparas coches? ¿Emprendes un negocio? ¿Eres químico? Todos estos ejemplos requieren cierta creatividad para llevarlos a cabo de una manera excelente. Esa creatividad la tienes, no importado en que área te desarrolles. Esa creatividad te fue dada desde esa primer obra de arte, Dios ha depositado en ti ciertas cualidades de él, tales como un poco de lo mucho de su creatividad.

Y si! aun cuando te sientas frustrado por que no sale como esperabas eso por lo cual estas trabajando tanto… ¡tienes creatividad! Mientras te parafraseo un poco el proceso de Dios para crear la tierra, piensa en tu proceso, piensa en el arte que haces, sea como se llame, sea donde estes.

Día 1: La tierra era un caos total, Dios decide hacer la luz. Separó la luz de las tinieblas, lo llamó día y noche. (Gn. 1:1-5)

Día 2: Dios creo el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba. Al firmamento lo nombró cielo (Gn. 1:6-8)

Día 3: Dios decide hacer aparecer lo seco y separarlo de las aguas. A lo seco lo llamó tierra, y al conjunto de aguas mar.

También decidió que hubiera vegetación sobre la tierra (Gn. 1:9-13)

Día 4: Dios decide poner luces en el firmamento que separen el día de la noche y que sirvan como señales de las estaciones, de los días y de los años y que brillen para iluminar la tierra.

Así hizo los dos grandes astros, uno para iluminar el día y otro para iluminar la noche.

(Gn. 1:14-19)

Día 5: Dios dijo: ¡Qué rebosen los seres vivientes de las aguas, y que vuelen las aves sobre la tierra! Y les ordenó que fueran fructíferos y se multiplicaran (Gn. 1:20-23)

Día 6: Dios decide crear todos los seres vivientes. Animales domésticos, animales salvajes, y reptiles. (Gn. 1:24-25)

Me voy a detener porque aquí viene el clímax de esta maravillosa obra de arte. Había algo que faltaba, algo que iba a ser como la cereza en un pastel. Algo que estaba por conectar el corazón de Dios con la tierra y todo lo que en ella habitaba.

En Genesis 1: 26-30 Dios crea al hombre y a la mujer, a su imagen y semejanza.

Acompáñame a ver dos cosas aquí:

1.¿Recuerdas que te pedí que pensaras en tu proceso creativo? Fijate como lo hizo el que te dio esa creatividad que tienes. Lo hizo con determinación, lo hizo apasionado, lo hizo paso a paso, lo hizo en orden. Lo hizo con una meta determinada. Lo hizo con cuidado.

Te reto a que sea donde estes desarrollandote, recuerdes que la creatividad no es nuestra, nos es dada por gracia. Que tenemos parte de la creatividad de Dios corriendo por nuestras venas, y que está lista para ser usada. Usada para influenciar a las personas que te rodean, por lo tanto busca que cada cosa que hagas sea con excelencia, con pasión, con determinación.

2.Como hijos de Dios, la mayor mentira que estará siempre al acecho es: «No eres suficiente» (ya te estaré contando más de mi experiencia con ella). Eres suficiente aun con tus errores, con tus miedos, con tus inseguridades, con tus dudas. También con tus fortalezas, con tu carisma, con tu alegría. ERES TU SU OBRA MAESTRA, eso que hace brillar todo el arte que ha y sigue creando.

¡Eres más que suficiente, eres creativo, eres hijo de Dios!