Dado que según algunos informes el 65% de los habitantes del planeta Tierra profesan o al menos adhieren a una u otra de las tres religiones monoteístas o abrahámicas, creo basándome en las recientes y auspiciosas iniciativas del papa Francisco de contactar con los más prestigiosos representantes del islamismo, que todos los creyentes de una u otra fe deberíamos impulsar la realización de algo así como un Concilio ecuménico de las tres religiones cuyo objetivo principal debiera ser el acordar una manifiesta, permanente y decidida oposición a toda clase de conflictos bélicos, cualesquiera fueren sus motivos o pretextos.
Todas ellas, el cristianismo, el islamismo y el judaísmo, incluyen el mandamiento de “no matar” y pese a ello no solo han convalidado muchas guerras a través del tiempo sino que hasta las han auspiciado en nombre de la fe, un contrasentido que debe ser absolutamente erradicado y desterrado, y que seguramente podría tener mayor repercusión en el mundo político si sus más altos dirigentes se pronunciaran contra las guerras partiendo de sus propias convicciones y de la influencia que pudieran ejercer sus más altos dignatarios en el resto de la población.
Creo que las recientes visitas del papa Francisco a Egipto y a Irak, y sus encuentros con el Patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa Tawadros II y con el Gran Imán de la Universidad y Mezquita Al-Azhar constituyen un valiente y valioso anticipo que quienes profesamos en profundidad los principios religiosos de origen bíblico no debemos pasar por alto, sino que, por el contrario, debemos afianzar con nuestra colaboración y nuestro más ferviente apoyo.
Además pareciera que actualmente estamos asistiendo a un rearme de las grandes potencias destinado a preparar la guerra en el Pacífico. Según los datos que se han hecho públicos, todo parece indicar que China, Estados Unidos, Rusia, Japón, las dos Coreas (todas ellas miran al Océano Pacífico), Gran Bretaña y Francia aumentan su armamento para proteger sus intereses en el Pacífico y aunque China utiliza su poderío económico, diplomático y militar, Estados Unidos es, todavía hoy, militarmente superior a China.
Es imprescindible, por lo tanto, tomar conciencia de lo cruentos e ilimitados que pueden llegar a ser estos probables conflictos y apelar al consenso religioso de por lo menos los líderes cristianos, judíos y musulmanes, prevalentes en la cultura occidental, para que acrecienten su influencia en la comunidad mundial sobre la base del mandamiento bíblico “No matar” indiscutible y mandante en las tres religiones que parecieran o al menos debieran influir en los cristianos, judíos y musulmanes del mundo. El papa está dando los primeros pasos al haber contactado a los principales líderes musulmanes y ortodoxos. ¡La comunidad mundial tanto religiosa como agnóstica debería acompañarlo!
POR UN CÓNCLAVE O UN CONCILIO INTERRELIGIOSO UNIVERSAL PERMANENTE QUE DESTIERRE TOTALMENTE LAS GUERRAS Y AUSPICIE LA PAZ.