Cientos de miles de españoles salieron a la calle para condenar los brutales atentados yihadistas en Barcelona y en Cambrils, para expresar que no tienen miedo al terrorismo y para proclamar que la violencia no modificará su modo de vida en paz, libertad y democracia. Me parece muy bien, que la multitud se entusiasme, y, plante cara al horror y al terrorismo islámico. Llevo casi cuarenta años estudiando e investigando la Fe musulmana. La cultura árabe islámica forma parte de mi propia cultura, porque he nacido y he crecido con ello. Conozco muy bien el Islam y los musulmanes, como resultado, yo si tengo miedo…porque no quiero vivir en mi país actual, España, que tanto amo, lo que he vivido en mi país natal, Irak.
¿Dónde se detecta ese miedo? En aeropuertos, donde la seguridad desborda las expectativas de los pasajeros, larguísimas colas, en las calles, donde ya se están instalando bolardos (a pesar de la negativa inicial), en las grandes concentraciones, eventos deportivos, en los trenes, autobuses, cines, teatros, bares, discotecas, parques, restaurantes, etc., donde los ciudadanos ven con buenos ojos las inspecciones precisamente por ese miedo.
El mundo no es igual, no vivimos en un mundo seguro, como habíamos esperado después de la caída del Muro de Berlín y el fin de la guerra fría no se ha abierto la etapa de paz, como algunos analistas habían pronosticado. Sin embargo, lo que ha aparecido tras el muro, no es la paz sino un peligro que todo el Occidente había olvidado y enquistado, el peligro del Islam y su entorno que se aprovecha de las nuevas libertades para intentar imponer sus creencias y, a partir de ahí empezó la guerra caliente. Con el comienzo del siglo XXI en que aparece un nuevo elemento a tener en cuenta, que son los atentados indiscriminados llevados a cabo por elementos descontrolados de la cultura árabe-islámica.
El Islam no tiene más que una cara, que es la del odio a todo judío-cristiano y a la civilización occidental, cuya ambición es paralela a la que tenían los Nazis, gobernar el mundo bajo la Ley Islámica y formar un estado islámico global bajo la autoridad de un Califa. Periódicamente, cuando hay un atentado islamista en cualquier país, los medios de comunicación y los presuntos “especialistas” se preocupan analizando la geopolítica, el estado Islámico, el fanatismo islámico, etc. Ignorando, o más bien por su falta de conocimiento sobre lo fundamental, la teología y las fuentes de la Ley islámica; el Corán y la sunna, que son la base del yihadismo, el fundamentalismo islámico y el motor que mueve estos suicidas.
No nos dejemos engañar, hay que decir la verdad, hay que llamar las cosas por su nombre la gran amenaza terrorista en el mundo no es el ex imán de Ripoll, AbdulBaqi Al-Satti, el eje de la investigación de los atentados de Catalunya, no es ISIS, no es Al Nisra, no es Al Qaeda, no es Boco Haram, no es Al Shabab…etc. Hay que ir a las raíces, el culpable principal de todos estos atentados, es el propio ISLAM.
El mundo occidental, muy ignorante de la segunda religión más grande del mundo “El Islam”, ingenuo de sus intenciones e iletrado de su historia, vacila ante el peligro del Islam. En la misma raíz del Islam está la conquista militar, el presente que vivimos hoy y el futuro viene de esta raíz. El Islam, desde su mismo principio, fue propagado por “el filo de la espada”. La historia del Islam está repleta de violencia y guerra, desde su nacimiento hasta el día presente. Cuando los musulmanes invadieron España, se necesitaron siete siglos para expulsarlos. Los turcos otomanos masacraron a más de dos millones de armenios entre los años 1915-1916, un hecho todavía ignorado por muchos en el mundo occidental. En el Sudán, lo mismo, más de dos millones de cristianos han sido aniquilados y muchos más vendidos como esclavos. En Indonesia, los musulmanes han matado a más de 300.000 católicos desde 1975, hasta hoy. El genocidio y la persecución actual de los cristianos en Irak, Irán, Egipto, Pakistán, Nigeria…etc. en el nombre del Islam y los musulmanes, claman justicia por parte de todos. Los musulmanes no entrarán en el juego de “no te metas con nosotros y nosotros no nos meteremos contigo”. Va contra su religión.
El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, es un libro violento, lleno de odio y discriminación. El Corán y sus versos son responsables de todo el terrorismo, desde el comienzo del Islam hasta nuestros días. El Corán mismo impulsa a sus creyentes a una lucha armada por su fe para seguir los preceptos de Allah, que también se llama Al Yihad o guerra santa. Hay doscientos cincuenta y cinco versículos en el Corán que ordenan la violencia y la matanza, lo que no está permitido en cualquier otra religión, o en un mundo civilizado. Al Yihad divide al mundo en dos partes: los que queremos vivir en Paz y el Islam que quiere la guerra y la conquista, hasta que todo el mundo esté convertido al Islam (Sura 9:33) “Él es Quien ha mandado a su Enviado con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociados, prevalezca sobre toda otra religión”. El Islam y los musulmanes quieren conquistar el poder, golpear la influencia mundial de los “nazarenos o cruzados”, así es como nos tachan, a los cristianos y Occidentales. Para estos fundamentalistas, profesar otra Fe que no sea el Islam es un pecado, el laicismo es una blasfemia, la separación entre Fe y Estado es un reniego, la igualdad entre hombres y mujeres antinatural y el progreso es un desafío al orden divino y a la voluntad todopoderosa de Allah. Los musulmanes nunca tienen sentimientos de culpa tras las matanzas de infieles. Porque el Corán les da un buen sentimiento que no hacen nada malo matando a los infieles, Allah solamente está utilizando sus manos para matar a los infieles (Sura 8:17) “No erais vosotros quienes les mataban, era Allah Quien les mataba. Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Allah Quien tiraba, para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Allah todo lo oye, todo lo sabe”. Todo eso explica el por qué los terroristas islamistas no se arrepienten de sus asesinatos. Todos los musulmanes, todos los que creen en el Corán, tienen el mismo pensamiento. No hay dos tipos de musulmanes ni existen musulmanes, ni mucho menos imames moderados. Un musulmán estrictamente siempre es un musulmán que sigue la educación y las doctrinas del Corán.
Los gobiernos occidentales, no toman en serio estos versos violentos del Corán, porque piensan con mentalidad occidental tradicionalmente cristiana. Sin embargo, los musulmanes, no dudan para nada en las palabras del Corán, que son palabras absolutas de Allah y hay que aplicarlas. Ojo, también gracias a nuestras leyes blandas contra el terrorismo islámico, el incremento de la emigración y la natalidad islámica frente la escasez de la población nativa en el Occidente, el aborto, el matrimonio del mismo sexo, el orgullo gay, al desasosiego y la ignorancia del Islam y sus constituciones…el Islam nos invadirá y nos dominará y en un futuro no muy lejano.
El Islam y los musulmanes están conquistando España, Al Andaluz árabe perdido y lo consideran suyo, porque según el Islam y los musulmanes, tierra conquistada por el Islam es tierra musulmana para siempre. Fue por la desunión, por la que España fue conquistada en el siglo VII, la formaba un reino sin orden ni cohesión. De eso se aprovecharon los musulmanes durante ocho siglos. Algo parecido, ocurre hoy día, en España, con las 17 autonomías innecesarias y el deseo del gobierno catalán de la independencia, si o si. Los musulmanes sí que lo recuerdan de aquella desunión, la misma que hay hoy día y que muchos políticos provocan. El Islam y los musulmanes se aprovechan de la actual desunión de España, se frotan las manos, se ríen, y se preparan para su segunda invasión, bajo la permisividad de políticos de bajo perfil, acomplejados, recelosos de llamar a las cosas por su nombre.
Algunos políticos se atreven a definir España como “estado de estados o nación de naciones”, sin saber explicar o dar a conocer el significado exacto de este término. Otros, existen gracias a las financiaciones de estados islámicos, revolucionarios y totalitarios, sus objetivos conceden con las del Islam mismo, acabar con la tradición cristiana y la unión de España.
Españoles, no nos dejemos engañar…España es un estado…es una nación…catalanes, gallegos, andaluces, vascos…etc. los que sentimos españoles…todos somos uno…unidos vencemos nuestro principal enemigo…EL ISLAM.
Que Dios nos bendiga y nos salvaguarde a todos, sobre todo a nuestra patria España de los malvados.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen Mesopotámico
Español de nacionalidad y de corazón a mucha honra