Para formarse una idea de la presencia que tiene el islam en Marruecos solo es preciso visitar cualquier ciudad un viernes al mediodía. Será fácil cruzarse con cientos de personas que caminan hacia la mezquita más cercana con sus alfombras en la mano para atender la oración del viernes, obligatoria para los hombres y recomendada para las mujeres. Durante muchos años, Mustapha Soussi, que ahora tiene 48, está casado y con dos hijos, marchaba en la misma dirección que la inmensa mayoría de los marroquíes, en un país donde la emisora que más se escucha es la Radio Mohamed VI del Santo Corán. Soussi estudió desde los 11 a los 18 años en una escuela coránica.
“Yo buscaba la paz espiritual y no encontraba las respuestas a mis preguntas en el Corán”, explica. “Me puse a investigar el cristianismo. Pero quise conocerlo de la mano de los cristianos, no de los musulmanes. Conseguí contactar en 1988 con una asociación que está en Málaga y se llama Escuela de la Palabra. Finalmente, en 1994, medité en soledad durante un mes y decidí hacerme cristiano”.
Soussi ha asistido a una convención en un hotel de Casablanca y repara en una flor artificial que hay en el vestíbulo. “De lejos parece natural, pero cuando te aproximas y la tocas percibes que no huele a nada. El cristianismo es la verdadera creencia, la flor natural. En el Corán, cuando el profeta hace la migración desde La Meca a la ciudad de Medina y se encuentra con su ejército en posición de fuerza, ya no hay ningún verso que hable del amor. Mientras que Cristo invita a amar incluso a tus enemigos”.
Cuando sus siete hermanos, en la ciudad sureña de Tarudant, se enteraron de que se había convertido al cristianismo dejaron de hablarle. Pero Soussi continuó profesando su fe con discreción. Es funcionario en un departamento de contabilidad del Ministerio del Interior. Y siguió ejerciendo su trabajo sin problemas. Contactó con otros feligreses y hace un año dieron a conocer la Coordinadora de Cristianos Marroquíes, de la que él es el portavoz y la cara más visible. Cuando se le pregunta que cuántos son no da ninguna cifra. “Es muy difícil saberlo porque muchos cristianos le ocultan su verdadera religión incluso a su familia”, precisa. En algún medio local se aventura la cifra de entre 5.000 y 6.000 marroquíes musulmanes convertidos al cristianismo. Soussi solo señala: “En nuestra asociación están representadas todas las regiones del país». Y precisa: «No todos los cristianos marroquíes pertenecen a nuestra Coordinadora. Porque hay quien prefiere seguir practicando su fe en soledad. Yo, sin embargo, he decido salir a la luz porque la Biblia nos incita a salir”.
El código penal de Marruecos no castiga la apostasía pero sí el proselitismo. Así que Soussi se cuida mucho de no hacer nada que pueda inducir a pensar que intenta ganar adeptos. Sin embargo, ha enviado una carta al l Consejo Superior de Derechos Humanos, organismo estatal, y al jefe del Gobierno, Saadedín el Otmani, del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo. En el escrito plantea “cinco reivindicaciones urgentes”. “La primera es que queremos matrimonios civiles», señala. «Aquí los matrimonios siempre se rigen por el islam y la palabra del profeta. La segunda es que queremos cementerios cristianos. Aquí nos entierran según el rito musulmán, lavando el cadáver, poniéndolo de lado, leyendo el Corán… La tercera es que queremos libre acceso a las iglesias. Y que se abran otras que están cerradas y que estas puedan ser gestionadas por cristianos marroquíes. La cuarta reivindicación es que la enseñanza del islam sea una asignatura optativa. No quiero que mi hijo esté obligado a aprenderlo. Y la quinta es que pedimos libertad para elegir los nombres de nuestros hijos. Mi hijo es mío, no del Ministerio del Interior”.
Queremos matrimonios civiles, que nos entierren en cementerios cristianos, libre acceso a las iglesias, que el islam no sea una asignatura obligatoria y que tengamos libertad para elegir el nombre de nuestros hijos
MOUSTAPHA SOUSSI, PORTAVOZ DE LA COORDINADORA DE CRISTIANOS MARROQUÍES
Estas Navidades Moustapha Soussi reclamó en diversos medios marroquíes el derecho de los cristianos a celebrar la festividad cristiana sin esconderse. “Estamos constantemente vigilados”, declaró en Huffpost Maroc. “Es cierto que nadie nos impide entrar en las iglesias a rezar, pero los agentes de seguridad están siempre presentes”.
Soussi asegura que desde que decidió salir en los medios hace un año viene sufriendo las consecuencias en su vida diaria. “En mi trabajo me tienen arrinconado. Si quiero hacer alguna gestión burocrática otros funcionarios me ponen todo tipo de obstáculos. A otros cristianos que trabajaban en empresas privadas y han salido en los medios los han despedido de sus empresas. Y hace dos años intentaron matar en Casablanca a un cristiano que había salido en la prensa”.
Mustapha Soussi asegura que en 2016 hubo un indicio de que está llegando un nuevo tiempo en Marruecos respecto a la libertad de credo. “Fue durante el viaje Mohamed VI a Madagascar. El rey dijo que es comendador de todos los creyentes de Marruecos, incluso de los judíos y cristianos. Yo espero que poco a poco la sociedad irá entendiendo que no es necesario ser musulmán para convivir en armonía con otros marroquíes. Nosotros no pretendemos provocar la fitna, la división entre musulmanes. Solo pretendemos expresar lo que sentimos. Para nosotros todos los marroquíes son iguales, cualquiera que sea su religión. Y cuanto más nos odien más vamos a querer a quienes nos odien”.
LAS RAZONES DE UNA CONVERSIÓN
F.P
Moustapha Soussi, el portavoz de la Coordinadora de Cristianos Marroquíes explica que fueron varias las razones que le llevaron a abandonar el islam y abrazar el cristianismo. “En el Corán”, explica, “hay errores científicos. Se dice que la tierra es plana. También hay más de 200 errores gramaticales. Se dice que está escrito en árabe, pero encontramos palabras que no son árabes. Hay errores históricos. Y cuando se habla del momento en el que el profeta Mahoma asciende con su caballo al séptimo cielo, es de noche y nadie lo vio. Sin embargo, en los milagros de Cristo siempre hay testigos”.
Respecto al trato a las mujeres, según Soussi, también hay diferencias sustanciales: «En el islam los hombres tienen derecho a heredar el doble que las mujeres. En el Corán se invita a apedrear a las mujeres adúlteras. A Cristo, sin embargo, le presentaron a una adúltera y dijo: «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra».
Pero la principal razón para convertirse, según Soussi, es que descubrió que el cristianismo es la religión del amor.