El mundo está cambiando de forma cada vez más acelerada y no podemos hacer nada para evitarlo.
Hoy en dia tenemos que enfrentar problemas tales como explosion demografica, problemas de vivienda, falta de alimento, la introduccion de biotecnologia para la produccion de alimentos, enfermedades, problemas de migracion internacional, falta de empleo, la internacionalizacion de las economias, la erosion de las tierras agricolas, la degradacion del poder politico.
Reinventarse se ha convertido en algo obligatorio tanto en actitud como aptitud, y es una oportunidad para sacar lo mejor de nosotros.
El cambio siempre será la constante en todos los ámbitos de nuestra vida y somos testigos de cómo en los últimos años, el mundo se ha globalizado y la tecnología se involucrado en todas las áreas de nuestra vida.
Drásticamente hemos sido víctimas de dichos cambios, ya que en el trabajo por ejemplo para ser competitivos hemos sido obligados a a actualizarnos y a convertirnos en profesionales multifuncionales.
En el ámbito personal nos hemos visto en la necesidad de buscar autoayuda, automotivación, autoeducación para enfrentar los retos de ser mejores padres, mejores esposos, mejores hijos.
La adaptación al cambio está implícita en la naturaleza humana porque es un mecanismo de supervivencia, sin embargo el proceso no es facil y en ocasiones puede causar cierto desequilibrio emocional como por ejemplo, el miedo a salir de nuestra área de confort, causara una parálisis o congelamiento que impedirá nuestro avance hacia nuevas oportunidades de vida.
Reinventarse no solo representa una necesidad para sobrevivir en un mundo cambiante, sino que es una gran oportunidad para descubrirnos a nosotros mismos y probar que siempre es posible llegar más lejos.
Las buenas noticias son que nosotros como creyentes contamos con las herramientas bíblicas que nos proporcionan la ayuda necesaria para enfrentar los retos de la vida.
Por ejemplo la palabra dice en 2 Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Aquí es importante destacar que otras versiones bíblicas traducen dominio propio como cordura, y es precisamente la cordura la característica mas sobresaliente que necesitamos hoy en día para enfrentar estos cambios.
La palabra cordura viene del latín CORDIS que significa CORAZON y del sufijo URA que significa ACTIVIDAD. La cordura pudiera decirse que se refiere a la actividad del corazón, ya que para los antiguos el corazón no solo era una bomba de sangre sino que creían que se trataba del centro de la vida, la mente y el alma.
Ciertamente se necesita cordura divina para poder entender los procesos de cambio y poder adaptarse a ellos.
Otra herramienta la encontramos en Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Cuando escuchamos la frase reinventarse o morir, entendemos que el permanecer en status quo, causa la muerte.
Es necesario de acuerdo a la palabra de Dios (Efesios :23) renovarnos en el espíritu de nuestra mente, hemos escuchado infinidad de veces que nosotros somos lo que pensamos, y lo que pensamos lo creamos.
Tal parece ser que en aquel tiempo fue dada una palabra para preservarnos en este mundo cambiante, y en el capítulo aparece como un enunciado imperativo. El Señor como nuestro creador conoce las complicaciones y las dificultades de la mente humana por lo tanto manda que renovemos nuestra mente de la obsoleta y vieja manera de pensar.
La renovación de la mente es por medio de la palabra de Dios, una vez que esta palabra es inscrita en nuestra mente y en nuestro corazón, seremos plenamente capaces de enfrentar cualquier reto y seremos capaces de adaptarnos al cambio.
Recordemos que hay una voluntad de Dios que es agradable y perfecta para nosotros, él sabe de antemano que es lo que necesitamos y lo que es conveniente para nosotros , esa voluntad sin embargo se halla escondida en él y la manera o forma en que nos es revelada o nos es dada a conocer es por medio del espíritu de nuestra mente.
La renovación de la mente es necesaria porque nuestra mente humana no es compatible con la mente de Dios y no es compatible porque sus pensamientos y sus caminos son más altos que los nuestros tal como se menciona en la palabra en Isaías 55:8-9
Un nuevo mundo, una nueva tecnología, requiere de un nuevo hombre, con una mente renovada.
Si aprendemos la fórmula de transformarnos por medio de la renovación de la mente, tendremos mayores probabilidades de éxito, la adaptabilidad al cambio será un proceso más amigable, habrá más posibilidades de sobrevivir y el Señor nos preparara para toda buena obra de acuerdo a su voluntad que es siempre buena, agradable y perfecta.