La decadencia y la corrupción nos encaminan hacia una gran catástrofe, nos hemos convertido en una cultura totalmente desprovista de valores espirituales y erróneamente hemos puesto nuestra esperanza en la política.
Siempre que hay elecciones, las multitudes acuden a las urnas con la ilusión de que, al menos en esta ocasión haya un cambio y de que algunas de las promesas que escucharon se cumplan.
Sin embargo nos damos cuenta de que los ciclos en la historia se repiten y de que continuamente los gobernantes no pueden evitar que el poder les corrompa, con frecuencia vemos que ante la oportunidad de enriquecerse, ellos pierden la visión, traicionan sus ideales, se vuelven opresores y tiranos, se enriquecen desmedidamente y se olvidan de todo aquello que prometieron.
Es entonces cuando nos damos cuenta de que hombres como los que describe Timoteo llegan al poder y nos gobiernan: amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios. El versículo también añade otra característica dice que ellos tendrán apariencia de piedad, es decir parecen buenos y entonces les creemos.
Entendamos que nuestros países decadentes y corruptos se encaminan hacia una gran catástrofe, muchos piensan que las cosas van a mejorar y se habla de un nuevo orden económico y político mundial que dará inicio a una nueva era de paz y prosperidad. Lo que el nuevo orden esta produciendo es una paz titubeante y un ambiente inestable, donde en vez de mejorar las cosas tienden a empeorar.
La amenaza de la guerra: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino” Mateo 24:6-7
La capacidad destructiva de los armamentos de hoy y la posibilidad de una escalada masiva de conflictos entre gobernantes incapaces de aplacar sus egos han creado un estado que no tiene paralelo en la historia.
Esta situación deplorable en la tierra causa un anhelo profundo en nuestro ser por otra clase de líder, un líder que reúna lo atributos de un gobernante digno y de gran valor, este líder es llamado «El Deseado de todas las naciones», y es la clase de líder que en el fondo de su ser toda la humanidad anhela.
Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
“El Deseado de todas las naciones” es el que ha demostrado, no con palabras sino con hechos, que su motivación absoluta para gobernar es el amor y que el deseo auténtico de su corazón es servir a otros.
El gobierno perfecto de Jesucristo se iniciará con un período de mil años. Apocalipsis 20:4 El cual no será más que la introducción a un reinado que se prolongará por los siglos de los siglos, es decir, por la eternidad: «Un niño nos es nacido, hijo nos es dado [primera venida de Jesucristo], y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre [segunda venida de Jesucristo] Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno [esta expresión en hebreo significa iniciador o Padre de una era eterna], Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio [mundial y universal] y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su Reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre» Isaías 9:6-7
¡Qué contraste con el orgullo de los que ascienden al poder!
Desafortunadamente todos sabemos que es el amor a ellos mismos su motivación principal olvidándose de honrar su posición.
El significado de la palabra DESEADO en hebreo khemdat (hebreo) tiene forma singular pero significado plural, posee un sentido colectivo lo cual hace difícil la traducción. El gobierno de nuestro señor Jesucristo no es un gobierno autócrata sino que es corporativo, incluirá a sus santos vencedores para derrotar a su enemigo.
Deseado designa lo que tiene valor y, por lo tanto, es deseable., otras traducciones han sustituido la palabra deseado por riquezas.
Pablo menciona en Efesios las inescrutables riquezas de cristo
Efesios 3:8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las INESCRUTABLES riquezas de Cristo,
Cuando Él regrese como el Deseado de todas las naciones, vendrá con todas sus riquezas espirituales incluidas, que no son oro ni plata, contrariamente a los que muchos creen; sino que Él regresara para restablecer el orden en la tierra y gobernar en luz, vida, justicia y santidad.
El regresara con poder y sacudirá el cosmos, destruirá de la fuerza de los reinos de las naciones, su gloria llenará la tierra y producirá paz.
En Juan 18:37
El gobernador romano Pilato pregunto a Jesús “¿luego, eres tú rey? Respondió: tú dices que yo soy Rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo”
Vino al mundo a cumplir primero lo que de Él se había escrito siglos antes. El cumplimiento histórico de lo que había sido anunciado desde antaño, es la garantía de que la promesa de su retorno a gobernar al mundo entero también se cumplirá. Y los que sin conocerlo lo desean, verán pronto aparecer al Único que dará cumplimiento al deseo de su corazón.