El papa Francisco nombró este jueves otros 14 cardenales de todos los continentes, incluidos un iraquí y un pakistaní que defienden los derechos de los católicos en tierras musulmanas, así como tres latinoamericanos.
En caso de cónclave, 11 de ellos -los menores de 80 años- podrán participar en la elección del sucesor del Pontífice argentino, que está creando poco a poco un colegio cardenalicio menos europeo, con unos miembros a menudo comprometidos con la paz y la justicia social.
“La conversión, la transformación del corazón y la reforma de la Iglesia siempre es y será en clave misionera, pues supone dejar de ver y velar por los propios intereses para mirar y velar por los intereses del Padre” dijo Francisco en su homilía.
Entre los nuevos cardenales destaca el patriarca de la Iglesia católica caldea de Irak, Luis Rafael I Sako, de 69 años, quien describió su elección como “un pensamiento del Papa para los cristianos de Irak”.
“Es nuestra tierra, estábamos aquí antes de la llegada de los musulmanes”, aseguró este clérigo políglota quien aboga por el diálogo y recuerda que hay “entre 400.000 y 500.000 cristianos” en Irak, frente al millón y medio que vivía allí antes de la caída del régimen de Sadam Husein en el 2003.
Joseph Coutts, arzobispo de Karachi, Pakistán, promueve el diálogo entre cristianos y musulmanes, y combate los abusos relacionados con el delito de blasfemia, en un país donde las iglesias están bajo protección policial por culpa de las amenazas de los grupos musulmanes extremistas.
El obispo de Toamasina, Madagascar, Désiré Tsarahazana, es el único representante de África entre los nuevos purpurados.
“El pueblo sufre y necesita recibir apoyo”, comentó tras enterarse de su elección.
Uno de los tres cardenales de América Latina que entrarán a formar parte del colegio, el arzobispo jesuita de Huancayo, Perú, Pedro Barreto, defiende a los pueblos de la selva amazónica y ha recibido amenazas por denunciar las condiciones laborales en las minas ilegales.
Durante su primera visita a la Amazonía, el Papa estuvo en enero en Puerto Maldonado, en el sureste de Perú, donde pidió defender esa región de gran biodiversidad, respondiendo así al llamamiento de miles de indígenas con cuyos líderes se entrevistó.
En octubre del 2019, se celebrará un sínodo dedicado a la selva amazónica, que ocupa el 43% de la superficie de Suramérica y donde viven cerca de tres millones de indígenas.
El Pontífice nombró también a siete cardenales europeos este jueves, entre ellos el italiano Giuseppe Petrocchi, arzobispo de L’Aquila, una ciudad arrasada por un violento sismo hace nueve años.
Tres de esos europeos son clérigos cercanos al Papa que ocupan cargos en el Vaticano.El jesuita español Luis Ladaria Ferrer, de 74 años, es el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde hace un año; el italiano Angelo Becciu, de 70 años, es secretario de Asuntos Generales del Vaticano, y el polaco Konrad Krajewski, de 54 años, es el capellán responsable de obras de caridad del Pontífice.
El arzobispo de Osaka, Japón, Thomas Aquinas Manyo, se convirtió en el único cardenal japonés en la actualidad, y el portugués Antonio dos Santos Marto, obispo de Leiria-Fátima, y el italiano Angelo De Donatis, vicario de la diócesis de Roma, también están entre los designados.
Francisco escogió asimismo a tres hombres “que se distinguieron por su servicio a la Iglesia”, pero que no serán electores debido a su edad. Se trata de Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Xalapa, México; Toribio Ticona Porco, prelado emérito de Corocoro, Bolivia, y el padre misionero español y autor de libros Aquilino Bocos Merino.
Tras el consistorio, 59 de los 125 purpurados electores han sido designados directamente por el Papa. El colegio cardenalicio se compone de 226 miembros.