Keila-Jerus es un nuevo proyecto israelí diseñado especialmente para las comunidades evangélicas. Se trata de una plataforma comunitaria digital para el potenciamiento social y comunitario de las congregaciones, junto con una criptodivisa basada en la tecnología Blockchaine. El objetivo: crear una microeconomía comunitaria para fomentar a las comunidades y a cada uno de sus miembros
«A Israel le conviene que sus aliados sean fuertes, por eso pensamos en el proyecto Keila –Jerus, para fortalecer las comunidades evangélicas que apoyan a Israel», dice Daniel Schwartz, emprendedor israelí de vasta trayectoria en proyectos de Internet, que visita México estos días.
¿Qué es Keila – Jerus? ¿Es el bitcoin sionista?
«Como título queda bien y el Jerus efectivamente se basa en la tecnología desarrollada para el Bitcoin, el Blockchaine (Cadena de Bloques), pero fuera de eso es muy diferente», dice Schwarz y explica que el proyecto consta de una plataforma internet para fines sociales, comunitarios, comerciales y espirituales, a la que llaman «Keilá», que en hebreo quiere decir «comunidad», y una criptomoneda, moneda virtual, de nombre Jerus (por Jerusalén).
«Keilá es una plataforma online compuesta de aplicaciones que facilitan la comunicación intercomunitaria en todas sus fases y niveles, desde la organización de eventos para la congregación, y hasta ofertas de trabajo, promoción y financiación de proyectos, tanto espirituales como comerciales», dice Schwarz y agrega que el Jerus es la moneda corriente de la comunidad de Keilá, «es la pieza fundamental que facilita la interacción diaria y el desarrollo de proyectos y nuevos modelos comerciales».
¿La idea es mejorar la comunicación dentro de la comunidad y que esta se maneje en la parte económica con una moneda virtual?
«Es mucho más, Keilá Jerus es en realidad la implementación práctica de una visión cuyo objetivo es utilizar la tecnología para potenciar el recurso más importante de las comunidades evangélicas – la comunidad misma. Keila-Jerus permite la creación de un ecosistema en el cual la tecnología facilita la comunicación comunitaria y el desarrollo de modelos de economía social, que en su conjunto contribuyen al progreso de cada una de las comunidades evangélicas en general y al bienestar personal de cada uno los miembros de cada comunidad.»
¿Una critptodivisa de veras puede servir de moneda de intercambio diario?
«Sin ninguna duda y ya sucede en varios lugares del mundo. Para los evangélicos es ideal porque las comunidades ya existen – no hay que crearlas alrededor de una nueva moneda, sino que se trata de una moneda diseñada a medida de las comunidades existentes. Además es muy fácil, con una computadora casera o un teléfono celular es posible comprar productos en el almacén o comprar una casa… de acuerdo a las posibilidades de cada uno. Es posible ahorrar dinero o invertirlo, recibir un préstamo o efectuar donaciones, es posible hacer todo lo que hoy en día se hace con la moneda convencional, con la diferencia que al ser una moneda digital y descentralizada, cada transacción es inmediata, personal y sin impuestos, o sea que ni el estado ni nadie se mete en su bolsillo.
En adición, al actuar dentro de una microeconomía comunitaria, con cada transacción que un miembro de la congregación hace dentro de la misma – contribuye y apoya a su comunidad y a su vez la comunidad apoya a cada uno de sus miembros, porque en un círculo de ayuda mutua, el que da – a su vez recibe».
¿Quién está detrás del proyecto?
«Somos un grupo israelí expertos en tecnología y en plataformas comunitarias. Yo estoy a cargo de las ideas y superviso su implementación tecnológica, Eli Sona se ocupa de las parte financiera y el equipo de Jerus está formado por profesionales israelíes de primera línea, expertos en Blockchain, en finanzas, asesores legales y más.
¿Qué opinan los evangélicos del proyecto?
«Presentamos la idea un año atrás durante varios encuentros con pastores y fieles en varios países de Latinoamérica y fuimos recibidos con mucho entusiasmo. En realidad diseñamos la moneda y gran parte del portal Keila conjuntamente con varios pastores, a medida y de acuerdo a las necesidades y las características de las comunidades. Por ejemplo, si bien la plataforma Keila permite la cooperación e interacción entre Iglesias, pastores y organizaciones, todo se hace sin afectar la privacidad y la intimidad de cada pastor con sus fieles, debido a que cada congregación cuenta con su propio canal de comunicación dentro de Keila. Este es un punto que es muy importante para los pastores».
¿En qué etapa de desarrollo se encuentran?
«La plataforma Keila ya está preparada y lanzamos un piloto en Venezuela y las reacciones fueron muy buenas. Tenemos intención de lanzar un segundo piloto aquí en México, en Colombia y en la Republica Dominicana y después en toda Latinoamérica. Paralelamente estamos finalizando la infraestructura legal y financiera del Jerus y planeamos lanzarlo en los próximos meses.»
Si alguien quiere invertir en el proyecto, ¿Cuándo sería el mejor momento?
«Ahora. Contamos ya con varias opciones de inversores potenciales y las revisamos con sumo cuidado, porque es necesario que el inversor no solo crea en las excelentes probabilidad económicas del proyecto, sino que comprenda el enorme alcance social de esta iniciativa. Así que estamos abiertos a nuevas opciones».
En exclusiva para DiarioJudío.com