Esto, entretanto, este parece no haber sido suficiente para frenar las persecuciones contra los católicos. Ellas continúan.
El pasado jueves 11 de octubre, en Lingkun, que queda en el distrito de Yongqiang, la cruz que coronaba la torre y campanario de la iglesia católica de esta localidad fue arrancado y el muro de seguridad que estaba delante del edificio sagrado, fue derrumbado.
La Iglesia atacada forma parte de la parroquia de Yongqiang y pertenece a la diócesis de Wenzhou (Zhejiang).
La comunidad católica de Wenzhou cuenta con cerca de 130.000 fieles y tienen enfrente a Mons. Pedro Shao Zhumin, obispo reconocido por la Santa Sede, pero que el gobierno comunista no reconoce.
Fue la primera vez, después de 4 años, informa la Agencia Asia News que una Iglesia fue blanco de ataques en Wenzhou.
De acuerdo con Asia News, en 2014, en Zhejiang, se inició una campaña de destrucción de cruces e iglesias que luego se propagó por varias otras provincias chinas.
La cruz de Lingkun no es la primera en ser destruida después de la firma del acuerdo sino-vaticano. Se apunta como siendo la primera en ser destruida, después de la firma del acuerdo, una cruz localizada en Zhumadian, en la provincia de Henan.
En verdad, el pasado 3 de octubre, una banda de obreros dirigidos por el vice jefe provincial del Frente Unido, destruyó una cruz porque la juzgaron demasiado grande, pudiendo hasta ser vista desde el tren de alta velocidad que pasa por la localidad: «Es muy visible. Tiene que ser destruida», habría declarado el funcionario del Frente Unido, organismo comunista que supervisa las actividades religiosas.
La diócesis de Zhumadian fue sorprendida por las autoridades provinciales. Ella congrega más de 60.000 fieles y actualmente está sin obispo, contando con un administrador, el sacerdote Cosmas Ji Chengyi.
La violencia desencadenada contra las Iglesias de Henan puede ser explicada por el hecho de que la provincia tenga un alto porcentaje de cristianos. Según algunas estimativas ellos llegan a constituir entre 10 e 15% de la población, siendo considerado uno de los más altos porcentajes de cristianos en China, junto con Zhejiang.
Hace pocos días fueron realizadas asambleas de revisión del trabajo desarrollado por el Frente Unido y la Asociación Patriótica las cuales eran orientadas a «reeducar a los sacerdotes» y reafirmar la sumisión ideológica al Partido comunista chino.