Ser extraordinario es salir de lo normal, destacar. Va más allá de arreglarse, de los logros, de la economía. Es la actitud, la forma de trabajar, de relacionarse, es educación. Es ser quien aporta, suma, no el que resta o divide. Es ser aquella persona que sin importar sus circunstancias, saca todo su potencial interior para ser la mejor versión de sí mismo y romper sus propias barreras físicas, emocionales y mentales.
Es alguien con compromiso y pasión, decidido a poner ese “extra” necesario para salir de lo ordinario. Es lo opuesto a la mediocridad. Pero ¿acaso uno nace o se hace extraordinario? ¿Se puede aprender a ser extraordinario? ¿Qué se necesita? Todos tenemos esa capacidad: algunos la desarrollan y otros no.
Si explotas al máximo tus capacidades, cualquiera que sean, lo lograras. Esta semana tuve la oportunidad de conocer a un ser extraordinario que me marcó profundamente. Es Isabella Springmuhl, la primera diseñadora de modas con síndrome de Down. Isabella rompió todos los estigmas sociales, superó obstáculos que, como ella dice: “los use como escalera para alcanzar mis objetivos”.
Logró su sueño creando su propia marca “Down Toxjabelle” y triunfando en London Fashion Week, y otros lugares del mundo como México, en donde se ha presentado varias veces: la más reciente esta semana en el Bosque de Chapultepec, con sus diseños llenos de tradición guatemalteca. Pero lo más importante: logró inspirar a muchas personas a no darse por vencidos, a “cambiar un no por un si”, como ella misma dice. A sus 22 años, tiene más logros, sueños y objetivos claros que muchas personas de 50 que yo conozco.
Pero mucho de este “extra” que da Isabella es gracias a la gran fuerza y motor detrás de ella: su madre, Bell Tejada. Incansable mujer que siempre creyó en la capacidad de su hija para salir adelante y no ver su condición como un límite sino como un abanico de posibilidades. Aunque ella dice modestamente que lo hizo “por amor de madre”.
Tal vez el ser ese “extra” en la vida de alguien más, ayudando, guiando, motivando, mostrando el camino, haciéndolos alcanzar el máximo potencial, puede ser nuestra propia forma de ser “extraordinarios”. Todos tenemos potencial para serlo.
Hoy lo puedes lograr: primero descubriendo realmente lo que amas hacer y tomando las medidas necesarias para seguir adelante. Enfrenta tus miedos conociendo perfectamente tus fortalezas y debilidades. Ser extraordinario no te excenta de ser vulnerable, hay que tener humildad para reconocer nuestros errores y salir adelante.
Lo que si es un hecho es que ese “extra” toma mucho trabajo, hay que perfeccionar cualquiera de los talentos que tengamos. Will Smith dice que “la separación de talento y habilidad es un concepto mal interpretado de personas que quieren sobresalir, que tienen sueños y quieren hacer cosas. El talento se da de forma natural.
«La habilidad se da solamente después de horas y horas de trabajar en ello”. Los expertos dicen que solamente después de 10 mil horas de trabajo en algo te vuelves experto. Para que tu “extra” no se quede en un capricho, ya sabes qué hacer.