La Santa Sede se ha comprometido a contribuir al fondo de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que suministra equipo de protección a los médicos que luchan contra el coronavirus.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones internacionales en Ginebra, Mons. Ivan Jurkovic, destacó los esfuerzos de la Iglesia para combatir la enfermedad que se ha cobrado la vida de más de 319 mil personas en todo el mundo.
Al dirigirse a la Asamblea Mundial de la Salud celebrada el 18 y 19 de mayo de manera virtual en Ginebra (Suiza), el Prelado indicó que “la Santa Sede se ha comprometido a contribuir al Fondo de Emergencia de la OMS para el suministro de Equipo de Protección Personal (EPP) a los trabajadores médicos de primera línea y ya ha realizado varias donaciones a las regiones que necesitan ayuda urgente”.
La Asamblea Mundial de la Salud es el órgano decisorio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los 194 estados miembros de la OMS envían delegaciones a la asamblea, que generalmente tiene lugar en Ginebra en el mes de mayo.
Mons. Jurkovic reiteró el llamado del Papa Francisco para que las posibles vacunas estén disponibles para todas las personas infectadas con el coronavirus, independientemente de su ubicación geográfica.
También subrayó el apoyo de la Santa Sede al alto el fuego global propuesto por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Refiriéndose al mensaje pascual Urbi et Orbi del Papa, el Prelado indicó que “en todo el mundo, unos cinco mil hospitales de inspiración católica y más de 16 mil dispensarios coordinados por la Iglesia, complementan y refuerzan los esfuerzos de los gobiernos para brindar atención médica”.
Mons. Jurkovic señaló que estos esfuerzos de apoyo aseguran que “las personas más pobres y marginadas ‘no carezcan de las necesidades básicas, como la medicina y especialmente la posibilidad de una atención médica adecuada’”.
“La participación de la Iglesia en este esfuerzo común se reforzó recientemente con la creación de la Comisión COVID-19 del Vaticano por el Papa Francisco. Ya ha lanzado varios proyectos para brindar ayuda a las poblaciones más afectadas por la pandemia”, agregó.
Mons. Jurkovic elogió a los funcionarios de la OMS por mantener comunicación con los líderes religiosos “en el esfuerzo común de garantizar que se celebren reuniones religiosas con todas las medidas sanitarias necesarias”.
El presidente chino, Xi Jinping, se dirigió a la asamblea el 18 de mayo y dijo que apoyaba una revisión “objetiva e imparcial” de la pandemia, que se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei (China). También anunció que China donaría dos mil millones de dólares para combatir el virus.
“Todo el tiempo hemos actuado con apertura, transparencia y responsabilidad”, dijo Xi.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.