Hace cien años que llegó al mundo el hombre que ocupa un vasto lugar en la historia del siglo XX.
Un mensajero de paz fue el que naciera en Polonia, de familia humilde, de rostro que iluminaba a cristianos, judíos, musulmanes, ortodoxos y a los agnósticos también.
Su voz, su presencia y su sonrisa tocaba los corazones de todos aquellos que lo escuchaban, lo tocaban o simplemente lo veían pasar.
Las multitudes lo aclamaban al tiempo que él los imbuía de paz. Sin embargo este hombre que vestía de blanco, que visitó 129 países, no estuvo exento de un intento de asesinato y de varios padecimientos físicos.
De cuna humilde, fue el menor de tres hijos; quedó huérfano de madre a los 9 años. Su padre, suboficial del ejército polaco, murió en 1941, cuando los nazis ocuparon Polonia. Se matriculó en la Universidad Jargellónica y también en una escuela de teatro.
Cuando cerraron la Universidad, en 1939, tuvo que trabajar en una cantera y luego de largas jornadas, estudiaba literatura y lenguas llegando a dominar el italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego antiguo, latín y polaco, la lengua de su madre.
Entre sus lecturas figuraban textos de Sor Juana Inés de la Cruz.
Este joven de nombre Karol Jozef Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920 en una población cercana Cracovia, Polonia. Ingresó al seminario clandestino en 1943, y en 1946 se ordenó sacerdote.
Wojtyla viajó a Roma donde se doctoró en teología con la tesis: El acto de fe en la doctrina de San Juan de la Cruz.
Años más tarde, en 1958, el Papa Pío XII lo consagró obispo auxiliar de la arquidiócesis de Cracovia y, en octubre de 1962, tomó parte activa en el Concilio Vaticano II
Ya en mayo de 1967 fue nombrado cardenal y se convirtió en el más joven de la época con 47 años.
Un hecho a destacar es que durante el sínodo de obispos sobre la catequesis celebrado en Roma, el cardenal polaco conoce al cardenal de Múnich, Joseph Ratzinger, quien más tarde, como Papa Benedicto XVI, lo beatifica el 1o.de mayo de 2011.
La vida siempre dura de un niño, de un joven y de un adulto pontífice siempre esforzado e innovador en muchos sentidos de la Iglesia Católica, también ha sido un personaje cuestionable en otros aspectos de su pontificado, hoy él convertido en santo.
El Papa polaco que padeciera la Segunda Guerra Mundial siendo un joven inquieto, deportista, estudioso, con su fe y apuesta por Cristo, su amor al prójimo, especialmente por los niños, jóvenes y los desprotegidos marcó en gran medida la historia del siglo XX.
Fue llamado el Papa peregrino, se entrevistó con innumerables líderes políticos de distintas ideologías y de todos recibió la disposición para distender los conflictos bélicos y zonas de conflicto como la del Oriente Medio, luchó por eliminar el apartheid en Sudáfrica, coadyuvó a la desaparición del comunismo y contra el terrorismo también.
Figuró entre los 25 líderes más famosas del siglo XX.
Juan Pablo II libró un atentado a manos de un musulmán a quien visitó en la cárcel y concedió el perdón y éste se convirtió al catolicismo.
También hay que mencionar como parte anecdótica que era buen actor y llegó a tener una novia judía; también fue atropellado en dos ocasiones por camiones nazis, librando la vida.
A México vino en cinco ocasiones. La primera en 1979, luego en 1990, 1993,1999 y 2002. Realizó visitas a varios estados de la República, por ejemplo, DF, Puebla, Jalisco, Tabasco, Durango, Nuevo León, Oaxaca, Yucatán, entre otros.
En el DF ofició misa en la Basílica de Guadalupe pues era devoto suyo y beatificó a Juan Diego.
Fue el pontífice número 264 y el primer Papa no italiano desde hace 500 años, además de llegar a la silla de San Pedro a los 58 años, también el más joven del siglo XX.
“He sentido miedo al recibir esta designación, pero la asumo con gran humildad y responsabilidad para la que me han elegido”. Pronunció estas palabras al darse a conocer en número de votos que indicaban “habemus Papam” el 16 de octubre de 1978.
Durante su pontificando, beatificó a 1 mil 340 personas y canonizó a 483; más que todos sus antecesores juntos en cinco siglos.
Juan Pablo II tomó el nombre de sus dos antecesores –también únicos en la historia- y murió el 2 de abril de 2005.
Fue canonizado, luego de certificar la Congregación para los casos de los Santos, dos casos milagrosos. Uno, a una monja francesa que sano de párkinson y otra de una mujer costarricense con un coágulo en el cerebro. Estos dos milagros hicieron santo a Juan Pablo II, unos meses después de su muerte. Fue sepultado en la Basílica de San Pedro el 8 de abril del 2005.
Hace 15 años que se fue, pero sigue presente en creyentes y no creyentes de la fe católica en muchas partes del mundo.
In memoriam.