Pese al anuncio de que finalmente, después de dos meses, la basílica del Santo Sepulcro, en Jerusalén, iba a reabrir sus puertas, esta permaneció cerrada este domingo debido a la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19).
Explicando las dificultades de limitar el número de personas en el templo (en principio 50) para mantener el distanciamiento social, responsables religiosos dijeron que la reapertura tuvo que ser aplazada, aunque no indicaron una nueva fecha.
Un encargado señaló que 50 religiosos de varias iglesias acudieron a rezar, sin dejar lugar para el público. Otro responsable explicó que, por esta razón, se consideró mejor esperar que se levanten las restricciones antes de permitir el ingreso de 100 personas a la vez.
La iglesia del Santo Sepulcro cerró el 25 de marzo, poco antes de las fiestas de Pascua, en el marco de las medidas para frenar la epidemia de coronavirus en Israel y en los territorios palestinos.
Oficialmente, la epidemia ha contagiado a más de 16 mil 600 personas en Israel, además de dejar al menos 279 muertos.
En la Cisjordania ocupada, las autoridades palestinas registraron oficialmente 368 enfermos y dos fallecidos.
Intentan reactivar la economía
Según la tradición cristiana, el Santo Sepulcro es el lugar donde Jesús fue crucificado y sepultado.
El lugar se encuentra en Jerusalén-Este, en la Ciudad Vieja, ocupada y anexada por Israel.
Cada año, la iglesia recibe la visita de millones de personas.
Tras el freno de la propagación del virus, las autoridades de Israel levantaron parte de las medidas de confinamiento para intentar reactivar la economía.
Los lugares de culto fueron autorizados a abrir de nuevo el pasado miércoles, pero con un acceso limitado a 50 personas.
En todo el mundo, según un nuevo balance divulgado este domingo, la pandemia ha cobrado la vida de 343 mil personas y ha infectado a más de 5 millones 300 mil.