El Monasterio de Beit Jamal, situado al oeste de Jerusalén, fue atacado por desconocidos.
Los vándalos destruyeron una estatua de la Virgen María, arruinaron vitrales y dañaron muebles en el monasterio católico, que se cree que está ubicado en el lugar donde fue enterrado San Esteban, el primer mártir.
La policía abrió una investigación por actos de vandalismo, y está revisando la posibilidad de que se haya tratado de un “crimen de odio”.
El monasterio de Beit Jamal ya había sido profanado en el pasado. En 2013 vándalos atacaron la iglesia con una bomba incendiaria; y en 2016, cruces del cementerio adyacente fueron derribadas.
La iglesia no imagina quién podría estar detrás del ataque; pero en los últimos años se ha registrado una ola de crímenes de odio contra cementerios e iglesias cristianas, de los que se sospecha que habrían sido perpetrados por extremistas judíos.
Beit Jamal está ubicado cerca de la ciudad israelí de Beit Shemesh en las colinas de Judea, al oeste de Jerusalén. El monasterio católico está regentado por la orden de los salesianos.