Parte del techo de una capilla de la iglesia del Santo Sepulcro, en la vieja ciudadela amurallada de Jerusalén y donde según la tradición Jesucristo fue enterrado y resucitó, se desplomó sin provocar heridos, según confirmaron fuentes eclesiásticas.
Se trata de una pequeña capilla a la que se accede por el exterior del recinto, utilizada por los cristianos etíopes y que da acceso a la plataforma en el techo que también utiliza esta comunidad.
“Parece que el techo cayó afectado por las obras que se están realizando en el exterior”, dijo el padre Samuel, del custodio armenio que es uno de los tres guardianes del templo junto a la Iglesia greco ortodoxa y la católico-romana.
El colapso tuvo lugar en la tarde del viernes tras lo que la policía cerró la iglesia temporalmente y acordonó la zona que sigue clausurada con vallas de seguridad.
La parte afectada permanecerá cerrada hasta que termine la evaluación que identifique las causas del derrumbe y que según el padre Samuel “llevará tiempo”.
En marzo finalizaron las emblemáticas obras de restauración del Edículo que protege la Tumba de Jesucristo, situada en el ala opuesta a la de la capilla etíope, después de que por primera vez los tres custodios se pusieran de acuerdo para llevar a cabo un trabajo integral, más allá de intervenciones parciales.
Las tres Iglesias tardaron más de cinco décadas en poner en marcha el acuerdo que firmaron en 1959 para el mantenimiento del lugar sagrado, lo que ha provocado la apelación de arqueólogos y miembros de la comunidad eclesiástica para avanzar en una mayor conservación del santuario.
En esta línea, la directora de aquellos trabajos, la científica griega Antonia Maropoulou, llamó a las labores de supervisión e incidió en que, por ejemplo, el Edículo necesitará de nuevas intervenciones que requerirán nuevos acuerdo