Egipto reabrió el fin de semana una biblioteca antigua que contiene miles de manuscritos religiosos e históricos en el célebre Monasterio de Santa Catalina, en el sur del Sinaí, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Funcionarios egipcios y occidentales asistieron a la ceremonia, que culminó tres años de restauraciones en el ala oriental. La biblioteca posee una enorme colección de códices y manuscritos, superada solamente por la biblioteca del Vaticano, según el monje Damyanos, arzobispo del monasterio.
“La biblioteca queda abierta al público y los estudiosos”, dijo Tony Kazamias, asesor del arzobispo. Agregó que la restauración todavía continúa.
La biblioteca contiene unos 3.300 manuscritos de textos principalmente cristianos en griego, árabe, siriaco, georgiano y otras lenguas. También contiene miles de libros y rollos que datan del siglo IV.
Al menos 160 manuscritos revelan manchas de tinta debajo de escritos más recientes, según Kazamias, quien cree que los palimpsestos fueron borrados y reutilizados por los monjes entre los siglos VIII y XII.
Durante la restauración, los arqueólogos hallaron escritos que parecen ser recetas médicas de Hipócrates, el griego antiguo considerado padre de la medicina occidental.
Las autoridades también inauguraron el Mosaico de la transfiguración en la basílica del monasterio. El mosaico incluye una gran gama cromática de teselas de pasta de vidrio, vidrio, piedra, oro y plata. Fue creado en el siglo VI por pedido del emperador bizantino Justiniano, quien encomendó la construcción del monasterio.
Santa Catalina es una zona venerada por judíos, cristianos y musulmanes. Tal como la Ciudad Vieja de Jerusalén, es un destino concurrido no solo por monjes y peregrinos, sino también por turistas de todo el mundo.
El monasterio, uno de los más antiguos de la religión ortodoxa griega, aloja a un pequeño número de monjes que cumplen ritos centenarios. Sus muros y edificios están bien conservados y son de gran importancia para los estudiosos de la era bizantina. Se encuentra al pie del monte Sinaí, llamado también Jebel Musa o monte Horeb, donde según la tradición Moisés recibió los Diez Mandamientos.