Los abusos cometidos por miembros de todas las religiones han dado como resultado una importante disminución de sus fieles en los oficios y actividades de las iglesias, entre otros, el diezmo es uno de los rubros que los creyentes han dejado de pagar.

El diezmo es una costumbre religiosa que se ha perdido con el paso del tiempo. De acuerdo al Antiguo Testamento, esta ofrenda que consistía en el 10 por ciento de la cosecha o salario, es además una estrategia para sostener templos y recintos dedicados al culto católico y cristiano.

Además de utilizarse para el gasto corriente, sirve para la apertura de nuevas iglesias y actividades misioneras.

De acuerdo a la Teología, otorgar el 10 por ciento de los ingresos es una costumbre milenaria; los judíos comenzaron con la tradición antes de la “primera aparición de Cristo por la tierra”.

La religión está padeciendo una crisis de credibilidad, el fenómeno no sólo ha atacado a las comunidades católicas romanas y evangélicas, también se ha manifestado en otras religiones.

El ateísmo es el resultado de las vidas opulentas de algunos líderes religiosos, de escándalos de pederastia, abuso de menores, maltratos de diáconos contra miembros de menor rango, desvío de recursos y de la doble moral que algunos pastores y sacerdotes han manifestado durante su ministerio.

Iglesia Católica Romana

Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis en San Luis Potosí, confirmó estas disminuciones y señaló que entre otras razones, están las condiciones económicas del país.

Expuso que con los diezmos se cubre la manutención de las parroquias y sacerdotes, la operación de los comedores y albergues y la Casa del Migrante.

La falta de diezmos ha afectado las manutenciones de 30 parroquias que no se sostienen por sí solas, la mayoría se ubica en la periferia o en municipios donde la migración cobró factura y las zonas ahora están despobladas.

“Hay una gran cantidad de sacerdotes de edad avanzada, ahí hay que estar al pendiente de las medicinas, de los médicos; los seguros se vuelven cada vez más caros por lo avanzado de la edad, todo eso se paga con el diezmo”.

Priego Rivera reconoció que ante la falta de dádivas, se ha optado por acudir a micro empresarios para solicitar materia prima. Lamentablemente no han donado sus mejores productos.

Ninguna parroquia en San Luis Potosí ha cerrado por la disminución de los diezmos. “En el dado caso de que la comunidad no pueda sostener a un sacerdote, el Obispado prevé darle su manutención, ver que pueda tener su gasolina, la comida”.

Iglesia Nacional Presbiteriana

En San Luis Potosí hay cerca 50 mil cristianos evangélicos, 250 congregaciones con 200 personas, algunas de ellas están dadas de alta ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Moisés Otoniel López Vázquez, pastor de la Iglesia Nacional Presbiteriana, señaló que el diezmo es algo opcional y espontáneo.

“Nosotros predicamos que si ellos cumplen el mandato de Dios, Dios les bendice más porque esa es la promesa del Señor, si traemos la ofrenda, el multiplica y abre las ventanas de los cielos para que sobreabunde, pero si nosotros no lo queremos traer, no hay problema, solamente que nosotros mismos nos estamos privando de la bendición de Dios”.