William Daniel Phillips (Pensilvania, 1948) es un popular divulgador de la física, capaz de explicar de manera pedagógica y comprensible su trabajo en la física de bajas temperaturas que sirve, entre otras cosas, para enfriar átomos con láser y lograr mediciones más exactas. Así obtuvo el Premio Nobel de Física en 1997. Algunos le llaman «el Hombre Que Congeló los Átomos».
Es profesor en la Maryland University y miembro del Instituto Nacional de Estándares y Tecnologia (NIST, en inglés). También es cristiano metodista y miembro de la Academia Pontificia para las Ciencias.
Visitó Barcelona a finales de junio para el Congreso Internacional de Física Atómica y allí le entrevistó en profundidad Toni Pau para el suplemento de ciencia del diario Ara.cat. Tomamos de allí sus interesantes preguntas sobre ciencia y fe, que traducimos del catalán al castellano.
– Usted es creyente y miembro activo de una iglesia. Hay gente que piensa que esto es extraño en un científico.
– Yo no pienso que sea nada extraño. Muchos de los científicos que conozco creen en Dios. No creo que exista esto que algunos denominan “conflicto entre ciencia y religión”. A veces la gente se dedica a fabricar conflictos.
– Pero hay pasajes de la Biblia que contradicen la ciencia actual…
– La ciencia nos dice que el Universo empezó hace 13.700 millones de años y que ha estado evolucionando todo este tiempo para dar lugar a todo el que vemos. ¿No es fascinante, esto? Y yo me lo creo, porque hay pruebas muy sólidas de que es verdad. En cambio, según la Biblia la Tierra tendría una edad de unos pocos miles de años, que es muy poco. Esto, que parece un conflicto, en realidad es muy fácil de resolver.
– ¿Cómo se hace?
– La Biblia no es un libro sobre los orígenes científicos del Universo sino sobre nuestra relación con Dios y la relación que quiere que tengamos entre nosotros. En mi opinión, la Biblia no se preocupa de detalles como, por ejemplo, cuándo se creó la Tierra, sino de por qué se creó y de qué espera Dios de su creación. Este es el mensaje de la Biblia, y yo no veo ningún conflicto con el mensaje que transmite la ciencia.
– Pero hay gente que interpreta la Biblia literalmente.
– Pienso que esta interpretación literal no es consistente con la manera en que la gente ha entendido la Biblia a lo largo de la historia. La Biblia está llena de poesía y de metáforas, y sabemos que la poesía es una manera poderosa de transmitir ideas a través del sonido y del sentimiento. ¡El primer capítulo del Génesis es pura poesía! Y el salmo 23, por ejemplo, dice que Dios es nuestro pastor. ¿Esto quiere decir que Dios va arriba y abajo con un bastón y nos hace entrar en un corral? Nadie hace esta lectura literal. Lo que quiere decir esta frase es que Dios nos cuida como un pastor de la antigüedad cuidaba a sus ovejas.
– También hay gente que se ampara en la Biblia para negar la evolución.
– Yo soy miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, y tanto el Papa actual como los anteriores se han pronunciado bien claro sobre esto: la Iglesia católica no tiene nada en contra de la teoría de la evolución. Mucha gente puede pensar que es una postura contradictoria con la Biblia, pero esto lo dice un grupo de gente autorizada que ha pensado en la religión durante mucho tiempo. San Agustín, que tampoco era ningún incompetente, decía que si tu interpretación de las escrituras estaba en desacuerdo con lo que veías, la tenías que revisar.
– ¿Tiene usted, pues, una idea precisa de Dios?
– Yo creo que Dios es el creador de todo lo que vemos. Esto es fácil de creer porque hay una lógica y un orden tan increíbles en la manera en que funciona el Universo que cuesta creer que saliera de la nada. Ahora bien, no hay ninguna prueba, evidentemente. Se trata de una cuestión de fe. Y yo la tengo.
– Por lo tanto, ¿su idea de Dios es una expresión del orden, la armonía y la belleza del Universo?
– En realidad, es más que esto. Pienso que Dios se preocupa de mí, de ti y de todos nosotros de una manera personal. Esto es mucho más que decir que es un Creador. Einstein también creía en un Dios de este tipo. El caso de Einstein es muy curioso porque siempre decía explícitamente que no creía en un Dios personal, pero cuando hablaba lo hacía de una manera muy personal, como si fuera algún tipo de amigo.
– ¿Cómo se manifiesta esta presencia?
– Diría que es más clara en las relaciones de amor entre la gente. ¿Qué pasó hace unas semanas en aquella cueva de Tailandia? La gente llegó de todo el mundo para salvar a aquellos niños que se habían quedado atrapados. Un hombre incluso dio la vida para salvarlos. ¿Personas que arriesgan la vida por gente que ni siquiera conocen? Desde un punto de vista lógico, la gente sólo tendría que actuar según su propio interés. Cuando veo noticias como esta, me cuesta de creer que no hay nada detrás.
– Según la biología, este comportamiento ha aparecido por evolución porque cohesiona las sociedades…
– No estoy diciendo que mi argumento sea una prueba, pero también se puede argumentar que la tendencia evolutiva a partir de la cual la gente actúa por el bien de la sociedad nos podría llevar al tribalismo, con la gente muy preocupada por su propio grupo y en contra de los otros. Hemos visto periodos de la historia en que este tipo de comportamiento ha sido dominante, pero en general vamos a mejor. Martin Luther King dijo que la barra de la historia se curva lentamente pero lo hace hacia la justicia. Aunque haya épocas oscuras en la historia, ahora estamos mejor que hace mil años.
En este vídeo, subtitulado en español, Phillips reflexiona sobre estos temas
