Desde 2002, cientos de millones de personas en todo el mundo se unen cada primer domingo de octubre para orar por la paz de Jerusalén. Algo que se inició en reuniones con líderes políticos y religiosos de Israel y Estados Unidos, es ahora el movimiento de oración más grande de su tipo, con apoyo de más de 1.400 líderes del mundo cristiano evangélico.
Con la visión de orar por la paz para Jerusalén y toda su gente, cientos de jóvenes líderes cristianos se reunieron este domingo en Jerusalén junto con pastores de todo el mundo, muchos de los cuales llegaron a Israel por primera vez.
Robert Stearns, fundador y director ejecutivo de Eagles’ Wings, considera esta como una oportunidad para apuntalar el apoyo a Israel entre los jóvenes. Eagles’ Wings es un movimiento global que fomenta los mandatos bíblicos de la oración activa y el trabajo en pro de una paz justa y duradera para Jerusalén y todos sus habitantes; la renovación de la importancia de la comunidad espiritual y la promoción del entendimiento entre culturas.
Al referirse a un informe que señala cierta indiferencia entre los milennials hacia el tema de Israel, Stearns afirmó en una entrevista con el Jerusalem Post: “Los jóvenes de esta generación son inquisitivos. Ellos son impulsados por el concepto de justicia social y quieren entender la situación a un nivel profundo. Una vez que los tengamos aquí, en Tierra Santa, y vean los hechos en el terreno, creo que serán los mejores amigos de Israel”.
Este año, del 7 al 9 de octubre, el festival Awake Jerusalem celebró el 70 aniversario del Estado de Israel y el 50 aniversario de la reunificación de la ciudad de Jerusalén, su capital. También reunió el domingo 7 una masiva oración que convoca a los jóvenes del siglo XXI. El evento también incluye una sesión de oración de solidaridad con los cristianos árabes en Belén.
Aparte de constituirse en la oportunidad para muchos de tener su primer encuentro con Israel y Jerusalén, el festival contó con una transmisión en vivo vía streaming a través del sitio web del evento.
“Como representantes del amor de Dios queremos construir puentes dondequiera que vayamos”, dijo Stearns.