Los cristianos representan apenas el 7,4% de la población de Sri Lanka, un país insular frente a las costas de la India que sufrió este domingo una serie de despiadados ataques contra iglesias y hoteles que dejaron un saldo de al menos 207 personas muertas y 450 heridos.
Los atentados ocurrieron precisamente durante el Domingo de Pascua, una fiesta central del cristianismo en la que sus fieles celebran la resurrección de Jesucristo luego de haber sido crucificado.
Los cristianos en Sri Lanka ascienden a 1,2 millones de personas en una población total de 21 millones en la que la inmensa mayoría profesa el budismo (70%). Otras religiones importantes son el hinduismo (12,6%) y el islam (9,7%), de acuerdo al último censo nacional realizado en 2011.
Pero sea cual sea la fe, los ceilandeses son el tercer pueblo más religioso del mundo, de acuerdo a la consultora Gallup, ya que el 99% declaró en 2008 que la religión era un parte muy importante de sus vidas.
En el caso de los cristianos, que fueron en parte blanco de las ocho explosiones de este domingo, algunas de ellas realizadas por atacantes suicidas, el 85% se declara católico y el 15% restante está dividido entre anglicanos, metodistas y otras denominaciones protestantes.
Dos de las tres iglesias atacadas, en Kochchikade y Katuwapitiya, son católicas, mientras que la tercera en Batticaloa pertenece el movimiento evangelista carismático, según reportaron los medios locales. También fueron atacados hoteles de lujo y se reportó la muerte de decenas de extranjeros.
La situación de los cristianos en Sri Lanka es relativamente pacífica y su historia en el país se remonta, de acuerdo a la tradición, al siglo I cuando la religión fue introducida gracias al peregrinaje de Tomás el Apóstol.
Aunque la consolidación de los católicos comenzó en el año 1505 con el arribo de exploradores portugueses. En tanto en el siglo XVII y con la llegada de exploradores británicos y holandeses, el protestantismo experimentó un fuerte crecimiento sin llegar a nunca a cuestionar la superioridad numérica católica.
En especial estos últimos fueron percibidos en los últimos tiempos como una fuerza unificadora, ya que tenían adeptos tanto entre los miembros de la minoría tamil y entre los cingaleses, etnia mayoritaria, durante el extenso período de 25 años de guerra civil que culminó en 2009.
De acuerdo a estimaciones de la ONU, el conflicto dejó una saldo de entre 80.000 y 100.000 muertos entre 1985 y 2009.
Sin embargo, algunos cristianos son mal vistos porque apoyan las investigaciones exteriores sobre los crímenes presuntamente cometidos por las fuerzas armadas contra los tamiles.
Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.
Las explosiones del domingo, de una violencia poco habitual y cuya naturaleza exacta se desconoce, no han sido reivindicadas hasta el momento. El 11 de abril pasado, el jefe de la policía de Sri Lanka, Pujuth Jayasundara, alertó en una nota a los oficiales de alto rango de que un grupo musulmán radical planeaba ataques suicidas contra «iglesias importantes».
El papa Francisco, máxima autoridad de la Iglesia Católica, expresó este domingo su «tristeza» tras los sangrientos atentados ocurridos en Sri Lanka en este domingo de Pascua, declarándose cerca de «todas las víctimas de una violencia tan cruel».
«Me enteré con tristeza de la noticia de los graves atentados, que precisamente hoy, día de Pascua, trajeron duelo y dolor a varias iglesias y otros lugares de reunión en Sri Lanka», declaró el pontífice en el Vaticano en un mensaje ante la multitud, justo después de la tradicional bendición «Urbi et Orbi», de acuerdo a la agencia AFP.
«Deseo manifestar mi afectuosa cercanía a la comunidad cristiana, golpeada mientras estaba recogida y en oración, y a todas las víctimas de una violencia tan cruel. Confío al Señor a aquellos que desaparecieron trágicamente y rezo por los heridos y todos aquellos que sufren a causa de este dramático suceso», añadió Francisco.
Mientras que el arzobispo de Colombo, ciudad más importante de Sri Lanka, exhortó a «castigar sin piedad» a los autores de los atentados, reportó también a AFP.