En Estados Unidos, las homilías católicas son los sermones más cortos, con una duración media de 14 minutos, mientras que otras denominaciones cristianas realizan sermones bastante más largos, como media:

– los sermones protestantes mainstream (metodistas, episcopalianos, luteranos) duran 25 minutos
– los evangélicos duran 39 minutos
– las iglesias históricas de raza negra usan sermones de 54 minutos

El Papa pide homilías de 10 minutos

Esos 14 minutos de media de una homilía católica ya exceden lo que pide el Papa Francisco, quien ha repetido varias veces (por ejemplo, el 7 de febrero de 2018), que una homilía debe ser «una síntesis clara y breve: no debe ir más allá de los 10 minutos».

En varios sondeos en EEUU, Italia y hasta en España, cuando se pregunta a los feligreses católicos qué se debería mejorar en la misa y en las parroquias, la respuesta mayoritaria es «los sermones»: demasiado a menudo suelen ser repetitivos, vacíos, tontos o improvisados, sin preparación.

En cambio, en muchos ambientes protestantes, especialmente en iglesias sin liturgia, donde la predicación es el núcleo de lo que se ofrece al feligrés, los sermones tienden a ser largos. En «Ask Pastor John», un foro de preguntas y respuestas organizado del reverendo John Piper, responsable del Bethlehem College & Seminary en Minneapolis, un importante seminario, protestante, Piper dijo que necesita al menos 40 minutos, a veces más de 50, para explorar profundamente sus temas. Según él, en todo EEUU hay «tal vez miles de iglesias en crecimiento donde los pastores predican sermones ricos, exaltadores de Cristo, centrados en Dios, saturados de la Biblia, con raíces textuales, intelectualmente desafiantes, emotivos y que cambian vidas que duran 50 minutos o más, y muy pocas personas se frustran porque son demasiado largas». (Habría que ver qué pasa si se somete el feligrés medio católico a estos sermones).

Pero Chris Colvin, un escritor que ayuda a pastores a preparar sermones, señala que el Sermón de la Montaña completo se lee en menos de 15 minutos, y fue quizá el más poderoso sermón imaginable.

Un estudio sobre sermones en Internet

Los datos sobre duración de sermones los ha difundido el Centro de Investigación Pew, en su estudio a partir de casi 50.000 sermones publicados en Internet en 6.400 iglesias distintas. Pew dijo que los sermones que examinó provenían de 2.156 congregaciones evangélicas, 1.367 congregaciones protestantes principales, 422 parroquias católicas y 278 congregaciones protestantes históricamente negras. Hay que detallar que Pew no fue a parroquias a recopilar sermones. Usó solo sermones que las parroquias graban en vídeo o audio en servicios en vivo y suben después a Internet.

El estudio constata curiosidades como que, a veces, los sermones de iglesias tradicionales negras, aunque sean más largos que los de iglesias evangélicas, no usan más palabras: es que están llenos de pausas dramáticas, exclamaciones, alabanzas y respuestas de los fieles.

El estudio de Pew también analizó el uso de algunas palabras clave. Por ejemplo:

 las iglesias negras son las que más usan la palabra ¡aleluya!: en el 22% de sus sermones
– las iglesias evangélicas son las que hablan más del «infierno eterno»: tres veces más que el resto de iglesias